Definió a los eudistas como “hombres con el corazón en fuego” de amor.
El padre Camilo Bernal Hadad, Superior General de la Congregación de Jesús y María (Padres Eudistas), presidió la Eucaristía que contó con la participación del equipo de formación y los seminaristas de la Provincia Minuto de Dios.
Durante su homilía el padre general manifestó su cercanía y agradeció la acogida brindada por el equipo de formación que lo invitó a celebrar la eucaristía con los miembros de “La Misión”. Tomando las lecturas del día, especialmente el evangelio, donde Jesús elige a los que quiere para que estén con él y para enviarlos a predicar y a expulsar demonios (cfr. Mc 3, 13-19), el padre Camilo insistió en la necesidad de “ser capaces de acompañar, de predicar y de tener el poder para vencer el mal. “Así como el Señor eligió a los que quiso, de la misma manera nos ha elegido a nosotros, por nuestro nombre, sin fijarse en detalles como la inteligencia, la belleza, la altura” u otro aspecto fuera de lo esencial.
Hablando de la importancia de la elección que el Señor hace en la vida de cada cristiano, recordó que san Juan Eudes era un apasionado por la gracia divina: “San Juan Eudes siempre tuvo como referentes la gracia de Dios y el amor”, que le permitieron descubrir el reinado de Jesús en el corazón de cada cristiano. De ahí se concluye que “el cristiano es quien continúa la vida de Jesús”, afirmó el Superior de los Eudistas.
“En efecto – continuó el padre Camilo- los Eudistas son hombres con el corazón en fuego de amor a Jesús y apasionados por él” que desde la humildad deben ser luz en medio de la sociedad y transformadores de ella.
Al hacer mención de la memoria de san Vicente, diácono y mártir, recordó finalmente el voto de martirio de san Juan Eudes como la “cumbre de la vida cristiana” e invitó a todos los asistentes a vivir esta renuncia diariamente.
Finalmente el padre Edgardo Figueroa, rector de “La Misión” agradeció al padre general su presencia en la Casa de Formación y afirmó a propósito del año santo de la misericordia que la Casa de Formación se une a la Iglesia para continuar su caminar unidos en la misión para ser misericordiosos como el Padre.
H. Flórez P.
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