martes, 24 de marzo de 2015

La Familia: Don de Dios y Tesoro para la Sociedad


“¡Proteged vuestras familias! Ved en ellas el mayor tesoro de vuestro país y sustentarlas siempre con la oración y la gracia de los sacramentos.”

En el transcurso de la historia, la familia ha tenido un papel de suma importancia en la sociedad e igualmente éste núcleo es de gran relevancia para todo ser humano puesto que ésta es el primer grupo de personas con las que toda persona interactúa desde que nace. Pero aunque la familia ha sido de gran importancia en la sociedad, hoy en día, vemos como ciertas circunstancias han hecho que el concepto de familia se vaya deteriorando, seguramente hace unos cuantos años, escuchar que una pareja con hijos o instituida por el matrimonio se separara, era un escándalo, hoy día parece ser que éste fenómeno es normal, sin mayor relevancia. Sin embargo somos muchos los que en la actualidad anhelamos familias unidas, capaces de vencer todo obstáculo que presente la vida, familias plantadas en terreno fértil, y cimentadas en la Roca, que sin duda alguna es Cristo, el amor hecho carne, por esta razón y por muchas otras más, el Papa Francisco en su encuentro con las familias en Filipinas, compartió un importante discurso que de seguro hará bien a todas las familias en la sociedad de hoy. El Papa habló de tres puntos importantes: Descansar en el Señor, levantarse con Jesús y María y ser una voz profética.

Descansar en el Señor. “Para oír y aceptar la llamada de Dios, y preparar una casa para Jesús, debéis ser capaces de descansar en el Señor. Debéis dedicar tiempo cada día a la oración. Es posible que me digáis: Santo Padre, yo quiero orar, pero tengo mucho trabajo. Tengo que cuidar de mis hijos; además están las tareas del hogar; estoy muy cansado incluso para dormir bien. Y seguramente es así, pero si no oramos, no conoceremos la cosa más importante de todas: la voluntad de Dios sobre nosotros. Y a pesar de toda nuestra actividad y ajetreo, sin la oración, lograremos muy poco.” Éste debe ser un punto importante en toda familia, es indispensable tomar algún tiempo en el transcurso del día donde guardemos silencio, y sea el momento propicio para reflexionar, y asimismo conocer los planes y secretos de Dios para con cada uno de nosotros, recordemos que ‘la familia que reza unida permanece unida`. La oración, es un arma única para combatir todas aquellas enfermedades que quieren atentar contra la familia, de igual manera, es importante resaltar algo que menciona el Papa aludiendo a San José a quien se le menciona muy poco en los Evangelios, pero cuando se alude a él, se halla a un José descansando, en reposo, en silencio recibiendo de el ángel mensajes a cerca de la voluntad de Dios, y es allí, en esos momentos de silencio y profunda reflexión como los tenia San José, que deberíamos atrevernos a soñar, quizá muchas veces las dificultades, los malos raches de la vida, las desilusiones y problemas nos han quitado la capacidad de soñar, mas sin embargo, el Papa nos anima en esta oportunidad diciendo: “No es posible una familia sin soñar. Cuando en una familia se pierde la capacidad de soñar, de amar, esta energía de soñar se pierde, por eso les recomiendo que en la noche cuando hagan el examen de conciencia, también se hagan esta pregunta: ¿hoy soñé con el futuro de mis hijos, hoy soñé con el amor de mi esposo o esposa, soñé con la historia de mis abuelos? Es muy importante soñar, no pierdan esta capacidad de soñar.” Por otro lado, en este punto es importante mencionar que éste momento de sueño, de reflexión, es necesario en momentos de dificultades matrimoniales, así como lo dijo Francisco “...cuántas dificultades en la vida del matrimonio se solucionan si nos tomamos un espacio de sueño, reflexión. Si nos detenemos y pensamos en el o la cónyuge y soñamos en las cosas buenas que tienen. Por eso es muy importante recuperar la ilusión. Nunca dejen de ser novios.”

El segundo punto es levantarse con Jesús y María. Con base en ello el Papa Francisco dijo: “Esos momentos preciosos de reposo, de descanso con el Señor en la oración, son momentos que quisiéramos tal vez prolongar. Pero, al igual que San José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar” Es así, como una familia que ha orado, que ha estado escudriñando en la Palabra y la oración la voz de Dios, sale al mundo como una lámpara encendida en la oscuridad, capaz de llevar esperanza, fe, amor, alegría, entre otros bellos frutos del Espíritu Santo al mundo que tanto necesita de ellos. Recordemos constantemente esto que nos dijo el Papa “La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él con la fuerza de la oración.” Finalmente el Papa Francisco recordaba la importancia del deber cristiano de ser ‘Voces Proféticas’ Esa voz profética se refiere a aquellas familias que con inspiración en la Sagrada familia, infunden en su núcleo familiar todos los valores indispensables para servir en la sociedad y es de esta forma como se da testimonio de un Cristo vivo, de una fe audaz e integral. Que nunca se borre del corazón del cristiano la importancia de la familia en la sociedad, asimismo que la oración sea alimento diario para cada uno de nosotros, en el diario vivir, de seguro nos conviene un poco de ese sueño que tenia San José donde se le revelaba la voluntad de Dios, ese sueño que es la oración, el silencio y la reflexión.

Escrito por Angie Stacy Rodríguez






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