Aniversarios sacerdotales, institución de ministerios y firma de probaciones hicieron parte de la celebración.
La fiesta del Corazón de Jesús, que los eudistas celebramos el 20 de octubre, fue la ocasión indicada para celebrar varios acontecimientos de la joven Provincia Minuto de Dios.
Reunidos los incorporados, candidatos, asociados y demás fieles en la Casa Jesús y María, del barrio Minuto de Dios, se dio inicio a la celebración eucarística siendo las seis de la tarde, presidida por el Superior Provincial padre Raúl Téllez Villamil. En ella, nueve jóvenes del tiempo introductorio firmaron el acta de probación, una etapa fundamental del inicio en la vida y espiritualidad eudistas; tres jóvenes fueron instituidos ministros lectores: Jesús David Coronell Zúñiga, Pierrot Lazarre y Oscar Andrés Rodríguez Tique y tres ministros acólitos: Erasmo Silva Espinosa, Yímer Ortiz Tovar y Hermes Flórez Pérez. Además, los asociados renovaron su pertenencia a las comunidades locales de la provincia.
También era un motivo para celebrar las bodas de plata de varios eudistas del Minuto de Dios: el Superior General, padre Camilo Bernal, el Superior Provincial, padre Raúl Téllez, el padre Bernardo Vergara, el padre Jairo Gallego, el padre Carlos Zuluaga, y también el aniversario del padre Salomón Bravo, entre otros.
En su homilía, el padre Raúl destacó la importancia de celebrar la fiesta eudista del Corazón de Jesús: “esta es una fiesta del amor y de la misericordia del Señor que se derrama en cada uno de nosotros”.
El padre Raúl enfatizó en la “importancia del servicio y en ser misioneros de la misericordia”, pues es aquí donde se revela el amor concreto con que nos ha amado desde siempre el Corazón de Jesús. Su hoguera de amor llega a todos los rincones del mundo y no hay nada que lo pueda apagar, por tanto, es nuestro compromiso esparcir su fuego de amor en una sociedad que en muchas ocasiones reemplaza a Dios en el seno, por ejemplo, de la misma familia.
Igualmente, recordando las palabras del padre Camilo Bernal en la carta a la Congregación de Jesús y María con ocasión de la fiesta, meditó en torno a dos palabras fundamentales: el corazón y la misericordia.
Retomando varios peritos en la materia y los mismos escritos de Juan Eudes, el Superior de los eudistas habla en su carta de “el Corazón de Jesús como una hoguera de amor al Padre eterno, a su santísima Madre, a la Iglesia, por cada uno de nosotros… Ser eudista es tener un corazón de fuego, un corazón encendido en amor por el mismísimo Corazón de Jesús. Desde ahí nace nuestra identidad profunda, nuestro ser profundo. Celebrar el Corazón de Jesús es dejarse abrazar en las llamas de su amor infinito, del Espíritu Santo, tal como lo hizo nuestro padre Eudes para poder realizar las obras que Dios mismo nos está pidiendo”.
Finalmente, el padre Raúl recordó las palabras de la carta con respecto a la misericordia: “¿Qué eudista no conoce de memoria la bellísima descripción de san Juan Eudes sobre quién es misericordioso? Misericordioso es quien lleva en su corazón, por compasión, las miserias de los miserables.” En efecto, “Juan Eudes acuñó para nosotros la expresión «misioneros de la misericordia» que ha sido propuesta por el papa Francisco con ocasión del próximo año santo y que ha sido bien acogida por las diócesis, quienes van a enviar misioneros de la misericordia por el mundo entero”.
Terminada la celebración eucarística, los invitados participaron de una cena en la que compartieron con inmensa alegría la vida comunitaria del ser eudista.
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