jueves, 3 de septiembre de 2015

Septiembre 02: Beatos mártires eudistas

“Te adoro y glorifico, amabilísimo Jesús, en el martirio que padeciste en tu pasión y en tu cruz” (San
Juan Eudes).

Celebramos hoy la memoria obligatoria de los beatos mártires eudistas: Francisco Luis Hébert, Francisco Lefranc y Pedro Claudio Pottier, los mártires de la revolución francesa. En días anteriores, se celebró igualmente la memoria de otro mártir eudista: Carlos Ancel. Con él, son cuatro los mártires eudistas que la Congregación venera de modo especial. En eudistasminutodedios.org realizamos una breve síntesis.

Al recordar esta fecha, no se pueden olvidar las palabras del fundador de la Congregación, cuando, hablando del martirio asegura:

“La cima, la perfección y culminación de la vida cristiana es el martirio. La gracia del martirio es el milagro más insigne que Dios realiza en los cristianos. Padecerlo es la ofrenda más sublime que ellos pueden hacerle a Dios. Es el favor más señalado que hace Jesucristo a los que ama: asemejarlos a él en su vida y en su muerte; hacerlos dignos de morir por él, como Cristo murió por su Padre y por ellos. En los mártires resplandece de preferencia el poder admirable de su divino amor y ante Dios son ellos los más egregios de todos los santos.” (San Juan Eudes, Vida y Reino).

Los beatos eudistas, ofrendaron a Dios el martirio como el milagro más insigne, permitiendo que en ellos resplandeciera el divino amor.

La historia nos cuenta que entre los días dos y tres de septiembre de 1.792 en el Convento de los Carmelitas en Paris, convertido en prisión y lugar de tortura, mueren asesinados cerca de 120 clérigos, entre obispos y sacerdotes de manos de verdugos y criminales del régimen revolucionario.

La revolución había obligado, dos años antes a su martirio, a todos los miembros del clero a hacer juramento de fidelidad a la nueva constitución. De ese modo, quedaban bajo su autoridad y como compensación por ceder su voluntad y obediencia al estado, recibirían salario o remuneración proveniente del Tesoro Nacional.

En este convento de los carmelitas que como se recordó, sirvió de prisión a los religiosos que se encontraban allí, murieron los mártires eudistas.

Recordemos y pidamos al Señor en este día que nos permita configurarnos con él y dar razón de nuestra esperanza. San Juan Eudes dice que “todo cristiano, de cualquier estado y condición, debe estar preparado para sufrir el martirio por Jesucristo, nuestro Señor, y está obligado a vivir en disposición y espíritu de martirio.”

Los mártires eudistas fueron beatificados por el Papa Pío XI el 17 de octubre de 1926.

H.Flórez P.






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