El domingo 24 de mayo se realizará la fiesta de Pentecostés 2015 con el lema “Fuego, Caridad y Unción del Espíritu Santo”. Esta vez, el escenario será muy propio al Minuto de Dios, puesto que el coliseo cubierto El Campín se encuentra en remodelación y no está dispuesto para ningún tipo de eventos durante este año. Así que el encuentro de Pentecostés 2015 se llevará a cabo en la plaza de Banderas del Minuto de Dios desde la 1:00 pm hasta las 6:00 pm.
Contará con invitados muy especiales, como ha sido la tradición, quienes por la unción del Señor, entregarán lo mejor de sus predicaciones, alabanza, adoración al Santísimo y mucho más. La entrada será totalmente libre. ¡No habrá escarapelas! De tal manera que a prepararse para recibir el fuego ardiente del Espíritu Santo y experimentar la alegría de una vida renovada; ¡Volvemos a la cuna del avivamiento. Vamos a recibir una nueva, fresca y poderosa unción del Espíritu Santo! Así lo asegura el padre Javier Riveros González, sacerdote Eudista y director de la Emisora Minuto de Dios de Bogotá.
La Corporación Centro Carismático y la Emisora Minuto de Dios de Bogotá, invitan a esta fiesta maravillosa donde miles de personas, conmemorarán aquel momento en que “120 discípulos estaban congregados en el aposento alto y oraban unánimemente, pidiendo el Espíritu Santo, hasta que llegó el día de Pentecostés”, escribe el padre Diego Jaramillo en su libro “La Iglesia que amo”.
Se bautizaron y se añadieron aquel día unas tres mil personas (Hech. 2,41). Continúa el padre Diego en su escrito que “Los 120 discípulos, que originalmente había, se convirtieron en 3.000. ¿Cómo sucedió eso? (…) Ocurrió que, estando reunidos, vino sobre ellos, como una ráfaga huracanada o como llamaradas de fuego, el Espíritu Santo y llenó sus corazones. Ellos tuvieron una experiencia del Padre de los cielos y empezaron a proclamar las maravillas de Dios, con tanta alegría que parecían embriagados. Luego, comenzaron a hablar de Jesús resucitado y a recibir carismas de lenguas, profecías, sueños y visiones. Como sus oyentes sintieran contrición al darse cuenta de su conducta, los invitaron a arrepentirse, a bautizarse y a recibir el Espíritu Santo, pues les decían que también para ellos era la Promesa, y los apremiaban y exhortaban a aceptar la salvación”.
En esta oportunidad se espera que esas 3 mil personas se multipliquen y sean muchos más los que reciban el poder del Espíritu Santo, y así convertirse en testimonio de Jesús y recibir la conversión.
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