lunes, 6 de abril de 2015

En la cruz de Cristo quedaron clavados nuestros pecados

El viernes santo es un día de intenso dolor, pero dolor dulcificado por la esperanza cristiana. El recuerdo de lo que Jesucristo padeció por nosotros no puede ser menos de suscitar sentimientos de dolor y compasión, la liturgia de hoy nos introduce a una devoción a la pasión de Cristo, por la cual fuimos liberados de las ataduras del pecado. Esta celebración fue presidida por el Obispo de la diócesis de Engativá, Héctor Gutiérrez Pabón, en la Catedral San Juan Bautista de la Estrada, creada por San Juan Pablo II, el 6 de agosto del 2003 e inaugurada con la misa Crismal el pasado martes, con presencia del Nuncio Apostólico Ettore Balestrero.

Esta celebración de la pasión del Señor, está dividida en 4 partes; Liturgia de la Palabra, las intenciones, la adoración a la Santa Cruz y por último la comunión.

Recordemos que hoy no se celebra misa, ya que la reservas del pan consagrado ha sido bendecidas en la conmemoración de la cena del Señor. Para dar inicio a la celebración, los ministros se postran en el suelo ante el altar. Esta imagen representa la humildad hundida y oprimida por la muerte de Jesús, al tiempo cada sacerdote implora perdón por sus pecados. El Color litúrgico es el rojo, color de los martirios de Jesús, primer testigo del amor del Padre y todos aquellos que como Él, dieron y siguen dando su vida para proclamar la liberación que Dios ofrece.

En la liturgia de la Palabra, San Juan nos propone hoy que la cruz, en sí misma es un sacrificio cruel y bárbaro; pero, desde que Cristo redimió a los hombres en el leño de la cruz, ésta es objeto de veneración y es más que eso. Para san Juan, la cruz es una especie de trono. La cruz es descrita como una "exaltación", término que instantáneamente comunica la idea de ser elevado y glorificado. Es san Juan quien dice que Jesús llevó su propia cruz.

Monseñor Héctor Gutiérrez Pabón exclama que no se puede resucitar si no se ha muerto, y dice que hoy viernes y el sábado son días incompletos, porque se está esperando la resurrección de Jesús, porque Él ha muerto , pero no para siempre sino para resucitar. Por ende la iglesia hace la invitación a que todos resuciten en una vida nueva, de conversión, despojando el rencor, la envidia, la ambición, el desprecio y todos aquellos pecados que han herido de una u otra manera al Señor, porque esta es la única manera de entrar en reconciliación con Él, y estar dispuestos a despojar todo lo malo para renacer de nuevo en su inmenso amor, amor que lo llevo a salvar al pueblo por sus pecados.

Durante la ceremonia y la adoración a la Santa Cruz fue entregado un pedazo de lana a cada una de las
personas que asistieron, con la intención de que cada uno recordara los tres pecados de más peso cometidos durante este camino a la Semana Mayor. Por cada pecado se debía hacer un nudo, al terminar, todos los pedazos de lana de quienes asistieron debían ser unidos para formar un solo lazo, y de esta manera los jóvenes pertenecientes a esta comunidad, tomaron el gran lazo que se armó, para ponerlo en la cruz; después la cruz fue levantada y Monseñor declaró que allí era donde quedaba cada uno de los pecados cometidos por todos, y que esto era lo que simbolizaba el gran amor de Jesús por cargar en su espalda cada uno de estos pecados.

El Señor no se cansa de perdonar pecados, Él siempre conlleva al amor, un amor insaciable, es por eso que la pascua reside el amor misericordioso con el amado. Como cristianos católicos la pascua ha de significar un renacer a la vida, a la gracia para morir en el pecado “Colombia debe morir al pecado, porque el Señor puede resucitarlo en su gracia” afirmó Monseñor Héctor. Para finalizar la ceremonia, se dio fin con la última parte de la tarde: la Comunión.

Para concluir Monseñor dice que la verdadera actitud que debe tener un católico es una condición de conversión, y clarifica que Cristo murió para resucitar. Dios mismo se ha convertido en fuente de salvación, Él siempre recuerda que la única forma de conseguir el cielo es negarse a sí mismo.





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