viernes, 17 de abril de 2015

Los Eudistas Volvemos a Chilapa

Cuando el P. Gustavo Londoño informó a la provincia la decisión del Consejo provincial de enviar a la
diócesis de Chilpancingo – Chilapa a los padres Víctor Hugo Andrade y Carlos Triana, éste fue a la diócesis a tomar contacto con las hermanas del Convento Concepcionista donde residirían, y con el P. José Antonio Mota Alarcón, encargado de recibir a los padres y director del Santuario los Dos Corazones. Eso sucedió el Miércoles de ceniza.

Dado el deterioro en que se encontraban las habitaciones del convento destinadas a los padres, las cuales necesitan una restauración larga y costosa, el P. José Antonio dijo que había que buscar alternativas. El y el P. Víctor Hugo se dieron a la tarea de buscar otros lugares para el alojamiento de los padres.

Encontraron un lugar provisional cerca de la parroquia del P. José Antonio. Es donde estamos actualmente. Se trata de una casa muy confortable prestada por una familia. La casa tiene los muebles básicos, y por supuesto faltan muchas cosas. Unas las hemos venido consiguiendo con la ayuda del padre Alarcón y del patronato, y otras con lo producido por nuestros primeros trabajos pastorales. Aun faltan cosas que iremos consiguiendo poco a poco, aquí la gente es muy generosa y está contenta con nuestra presencia en la diócesis.

Esta casa es provisional porque estaremos en ella por un lapso de seis meses a un año. Pues la idea del Señor Obispo es que la comunidad eudista viva en una casa de la diócesis, que queda a 15 minutos de la ciudad de Taxco, en un pueblo que se llama Tahuilotepec, cerca de un templo hermoso del siglo XVII, rectoría de la parroquia La Preciosa Sangre, ubicada en el barrio Chavarrieta de la ciudad de Taxco. Esa es una casa muy buena, más grande, con cuatro habitaciones y dos grandes salones. Falta esperar que salga una familia de un sacerdote que la habita y luego restaurarla… esto puede llevarse medio año o un poco más.

Los padres estamos contentos… El recibimiento ha sido fenomenal, estamos muy bien ubicados, y las vías son muy buenas. Para que se den una idea: estamos a 60 kilómetros de Cuernavaca o a 40 minutos; a 134 km del DF, o a 2 horas; a 35 km de Iguala, gran ciudad de Guerrero, o a 30 minutos. Estamos a 140 km de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, o a 2 horas; y a tres horas de Acapulco. Y también, ya que se ha hecho conocida por los últimos acontecimientos, estamos a 40 minutos de Ayotzinapa, donde queda la normal de los 43 estudiantes asesinados.

Nuestra primera presentación a la diócesis fue en la reunión del Decanato de Taxco, el lunes 16 de marzo. Allí estuvo presente el canciller de la diócesis, el Vicario de pastoral y el nuevo decano quen tomó posesión ese día. Fue una reunión muy amena, fraterna y sacerdotal. Allí nos recibieron muy bien, nos dieron una calurosa acogida, y nos pidieron que fuéramos los animadores de la dimensión espiritual de los sacerdotes del decanato.

El 17 de marzo fuimos a la reunión que sostenía el Señor Obispo Don Alejo Zavala con el Consejo presbiteral. Esta reunión fue en la ciudad de Zumpango, a unos 140 km de donde vivimos, bien cerca de Chilpancingo. Viajamos por una buena carretera, pero bien militarizada, alrededor de dos horas. El Señor Obispo y los decanos nos recibieron con mucha alegría, en un gran ambiente de fraternidad. Allí nos presentamos, leímos el comunicado provincial sobre la fundación, especialmente la parte histórica, y nos pusimos al servicio de la diócesis. Los padres reaccionaron muy positivamente. Subrayamos que nos insistieron en dar clases en el seminario y no solo apoyo espiritual. Después compartimos una deliciosa comida regional precedida de un rico aperitivo guerrerense.

De esta reunión salió claro que vamos a colaborar en la formación de los seminaristas y en la formación permanente del clero. Ya este año nos dieron las fechas para los ejercicios del Seminario y para los ejercicios del presbiterio en dos tandas. También se insistió en que ayudaremos espiritualmente, desde la espiritualidad eudista del Corazón, en el proyecto del Santuario que se está construyendo.

De esa fecunda reunión partimos al Seminario de Chilapa, a una hora de Zumpango. Ese día estaba reunido el equipo de formación en pleno y nos recibieron con mucha alegría y entusiasmo. Es un equipo de formación muy joven compuesto por 7 sacerdotes para atender el seminario menor, el curso introductorio y el seminario mayor. El Rector es el P. Leopoldo Roque Rosales. Allí leímos nuevamente la carta del P. Provincial en la que anuncia el envío de los padres Víctor Hugo y Carlos Triana y donde hace el recuento histórico de la presencia de los eudistas en Chilapa. Los padres muy abiertos nos preguntaron si podíamos dar clases y en qué áreas, además de ayudar en la dimensión espiritual… y con ellos estamos discerniendo la posible colaboración el próximo semestre. Por lo pronto vamos a animar los ejercicios espirituales de este año.

Es un seminario bonito, bien mantenido, con una capilla hermosa, jardines, buen ambiente. Queda en la zona urbana de Chilapa. Tiene muy pocos seminaristas: 8 en teología, 15 filosofía y 8 en Curso introductorio. El edificio del seminario Mayor tiene dos zona, una la ocupan los jóvenes del seminario menor quienes van a tomar las clases en un colegio de la ciudad., la otra la ocupa el seminario mayor. El curso introductorio cuenta con un buen edificio propio cerca de la “catedral”.

Fue sorprendente encontrarnos con un padre que habla maravillas de los eudsitas, el P. Humberto Cervantes Sánchez. Es el historiador y archivista de la diócesis, nos acogió con mucho amor, fue alumno de los alumnos de los eudistas, y se dedicó a llevarnos a recorrer la ciudad y llegar al lugar donde estuvieron los primeros eudistas: una casa vieja obviamente, descuidada, con apariencia de estar cayéndose, pero bella por fuera. Bien merece una restauración. Actualmente la usa el decanato de Chilapa para reuniones, encuentros, retiros, etc. El P. Savedra nos mostró también la capilla de la Cruz, donde los eudistas prestaban servicios pastorales, fuera del seminario.


Nos admiró sobremanera la antigua catedral de Chilapa, hoy llamada “Concatedral”. Actualmente la catedral y la sede episcopal están en Chilpancingo, capital del Estado de Guerrero, a una hora de Acapulco. Cuando Chilapa era la única gran diócesis de Guerrero, Chilapa era céntrica y por tanto era la sede episcopal. De esta diócesis se desprendieron la Arquidiócesis de Acapulco y la diócesis de Tlapa. Fue entonces cuando la diócesis de Chilapa se convirtió en la diócesis de Chilpancigo – Chilapa, pues ya no era céntrica Chilapa para seguir siendo la sede episcopal y entonces se cambió a Chilpancingo. La catedral de la ciudad de Chilapa, llamada ahora “Concatedral” es la tercera más grande del país, junto con la de la Arquidiócesis de México y Puebla, pero es la que tiene más capacidad para albergar personas, caben unas 3000.

El jueves 26 de marzo tuvimos la reunión con el patronato de la construcción del Santuario dos Corazones, allí esperamos definir un plan de trabajo y adelantar con los hermanos del patronato algunos acuerdos para elaborar un contrato con la Congregación de Jesús y María. Pues el P. Vicario de pastoral, en la reunión con el Señor Obispo, insistió en la necesidad de elaborar un contrato escrito y claro entre la diócesis, el Patronato y los padres eudistas. Esto es tarea por hacer. Por ahora vemos conveniente comenzar a vivir la experiencia de trabajar en la diócesis y con el patronato, y más adelante, discernir las clausulas de dicho contrato.

Esta diócesis a pesar de ser la más antigua, de la que se desprendieron dos más en el estado de Guerrero, es zona rural, analfabeta, con gran población indígena, llena de violencia y malestar social, con crisis política, gran índice de desempleo y pobreza… pero es una región con una fuerte tradición religiosa, mucha religiosidad popular y avance de las sectas… Aquí los eudistas podemos prestar un gran servicio en la formación y evangelización, y en la impregnación de la espiritualidad del Corazón de Jesús y María. O sea que a futuro podemos pensar en una comunidad eudista bien establecida trabajando hombro a hombre con los diocesanos y los laicos del santuario, en tierra de misión.

En el 2018 la diócesis celebra 150 años de existencia, y ésta efemérides coincide con los 100 años de la salida de los padres eudistas de Chilapa (1918). Nos parece muy buena idea ir pensando en la posibilidad de celebrar con muchos eudistas ambos acontecimientos en Chilapa.

Consideramos una gracia de Dios poder volver a esta querida diócesis. Nos han contado diversos padres que en la diócesis no había ninguna institución de vida consagrada masculina. Que varias comunidades intentaron entrar a esta diócesis y por muy diversas razones nunca se han podido establecer. Ellos manifiestan estar contentos de que los eudistas por fin vengan a establecerse en su iglesia particular. Nosotros hemos respondido que eso es una gracia de Dios para los eudistas y para la diócesis en este año de la Vida Consagrada.

Soñamos que próximamente, en un futuro no muy lejano, seamos tres incorporados en esta diócesis para formar la nueva comunidad eudista de México: SACRES COEURS.

Contamos con las oraciones de toda la familia eudista para que Dios nos conceda responder a los desafíos de esta misión que pone en nuestras manos “corde magno et animo volenti”. San Juan Eudes ruega por nosotros. Santa María Eufrasia Ruega por nosotros.





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