viernes, 17 de abril de 2015

Ordenación Presbiteral en San Marcos, Sucre.

La Provincia Eudista de Colombia comparte el gozo de la ordenación sacerdotal de Edinson Manuel Arcia Ortega en San Marcos, Sucre, su pueblo natal. Este joven que participa de la misión de la comunidad del Espíritu Santo en Barranquilla fue admitido a la sagrada orden de los presbíteros por la imposición de manos de Mons. Orlando Antonio Corrales García, obispo de la diócesis Santa Fe de Antioquia, y Administrador Apostólico de la diócesis de Sincelejo. La celebración fue el lunes 23 de marzo a las 11:00 de la mañana en presencia de un gran grupo de sacerdotes de la Diócesis de Sincelejo, numerosos fieles de la parroquia de San Marcos, seis seminaristas del teologado San Juan Eudes acompañados por el padre Jairo León Sánchez (quienes fueron acogidos por la comunidad parroquial de San Marcos maravillosamente en diferentes casad de familia), y de una delegación de fieles de la parroquia del Espíritu Santo encabezada por la comunidad de sacerdotes Eudistas presentes en Barraquilla.


Vale la pena decir que el gozo de la celebración se entremezcló con el quebranto a causa del asesinato del P. Fernando Meza Luna en un atraco en la ciudad de Sincelejo. Este hecho ocurrió el sábado 22 de marzo, dos días antes de la ceremonia. El P. Fernando iba a ser el padrino de ordenación de Edinson y la delincuencia no lo permitió así. Sin embrago, en medio de la tristeza que reflejaban los sacerdotes y los habitantes de San Marcos (Donde el P. Fernando fue párroco), todos ellos vieron en la ordenación una gran esperanza; San Marcos tendría un ministro que trabajará porque acontecimientos como estos no sigan atropellando el País y el mundo.

 
Como se ha dicho, este suceso no opaco la alegría de la celebración; al terminar la ceremonia, el neopresbítero se negó que se hiciera el tradicional “besamanos”, recalcando, que él daría la bendición a todos pero como un servidor, en sus propias palabras: “ustedes ya me conocen, crecí aquí, no tengo que decir muchas palabra, les pido que no me vean ahora como alguien superior a ustedes…” e inmediatamente de dispuso a bendecir a todos en ese espíritu de humildad. Después Recibió las felicitaciones de los Eudistas presentes, de sus hermanos sacerdotes de la diócesis de Sincelejo y de todos aquellos que crecieron con él, familiares, amigos y vecinos. Finalmente, La comunidad parroquial de San Marcos ofreció un delicioso almuerzo en un salón cercano al templo parroquial.





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