El domingo 17 de septiembre del presente año la población de Higuerote se vistió de fiesta al recibir al nuevo párroco Rdo. P. Fernando Ramón Duarte de la Congregación de Jesús y María padres Eudistas.
El P. Fernando Duarte, quien prestaba sus servicios en la Parroquia San José y San Juan Eudes de Temblador del Edo. Monagas, se mostró alegre y muy emotivo por el recibimiento de la comunidad parroquial de Higuerote, ubicada en Barlovento del Estado Miranda. Responsabilidad que compartirá con el Rdo. P. Pedro José Guerra, quien prestó sus servicios en la parroquia de San Juan Eudes en El Marqués, Caracas. Además de ser acompañado por el Obispo diocesano, varios de sus hermanos sacerdotes y entre ellos el Superior Provincial el P. Humberto Hernández, también asistió un concurrido número de fieles de la parroquia. La ceremonia, fue presidida por Mons. Gustavo Naranjo, obispo de la diócesis, y animada por el Ministerio de música local e invitados especiales.
Luego de la lectura del decreto realizada por el Rdo. P. Martín A. Solano, se dio paso a la eucaristía. En la homilía el obispo pidió a la comunidad orar y cuidar a sus sacerdotes: “Yo quisiera pedir que cuidaran a sus sacerdotes, oren por ellos, no criticarlos, no juzgarlos, de eso se encarga Dios, acuérdense que somos seres humanos, oren por nosotros, al nuevo párroco cuídenlo, la comunidad tiene que velar por sus sacerdotes, vigilar y cuidar a la Iglesia, es su casa, que debe ser siempre un lugar limpio, ejemplo del lugar sagrado de Dios en la tierra, la familia de los sacerdotes son Uds. la feligresía, exíjanle con caridad, oren como ha pedido el Papa Francisco, evitemos problemas al presentar las dificultades que puedan haber, los dolores que puedan sentir las personas, y a través también de todos los medios de participación y comunión que tenemos en nuestras parroquias, en nuestras comunidades, y en los grupos de apostolado, hagamos de nuestras comunidades verdaderos lugares de comunión, de fraternidad, el centro de nuestra vida tiene que ser siempre la persona de Jesucristo el Señor, y debemos querer mucho a nuestra madre la Santísima Virgen María, acá bajo esta hermosa advocación de la Virgen del Carmen, modelo de cercanía y primera discípula del Señor. Los sacerdotes debemos en todo momento como Jesús, ser ejemplo del Padre misericordioso, de fraternidad con sus discípulos, es el modelo de cercanía a los pobres, a los enfermos y de los más necesitados”.
Luego de la homilía el padre Fernando se dispuso a hacer profesión de su fe, proclamar y firmar el juramento de fidelidad frente a su nueva comunidad parroquial, donde prometió “guardar siempre la comunión con la Iglesia Católica, tanto en las palabras con que me exprese, como en mi manera de actuar”. Después de recibir las llaves de la parroquia por parte del Obispo, se hizo el debido recorrido por la Iglesia, entrada principal, confesionario, pila bautismal y finalmente la sede. Luego de la comunión y reservar el Santísimo, recibió de manos del obispo las llaves del sagrario, teniendo un tiempo de oración que presidió el mismo obispo.
Al finalizar la celebración el Padre José Luís Escobar, anterior párroco dirigió unas palabras de agradecimiento: “Agradezco primeramente a Dios por su misericordia por la vocación, agradezco a la Congregación por confiar y enviarnos a prestar este servicio pastoral, agradezco a Mons. Gustavo Naranjo por recibirnos y confiar en nosotros. A todos Uds. comunidad parroquial que también nos acompañaron durante este tiempo. Ahora nos envían a otra misión, el P. Alejo Fernández a Temblador, yo a San Juan de Lagunillas, Mérida, y Omar a continuar sus estudios en la Casa de Formación La Misión. Todos de alguna manera seguir prestando nuestro servicio a los demás. Agradezco al P. Alejo y a Omar por la misión que pudimos realizar juntos en esta comunidad. Agradecerles a todos y a cada uno de ustedes hermanos de esta comunidad parroquial por su cariño, sus preocupaciones y cercanía, a todos un Dios les pague”.
Inmediatamente una de las servidoras de la parroquia, la Sra. Angelina, en nombre de la comunidad, con palabras muy sentidas dio la bienvenida al nuevo párroco y despidió a los padres que con tanta dedicación se entregaron a la comunidad, rescatando muchas de las cosas que se habían dejado de hacer, la visita y unción de los enfermos, la visita a las familias, sobre todo en los momentos más dolorosos, también la celebración de la eucaristía y de la Palabra.
Finalmente Mons. Naranjo, invitó al nuevo párroco y demás sacerdotes concelebrantes para impartir la bendición final y cantar a la Virgen por esta celebración tan especial. Al terminar pasamos a la casa parroquial, donde fuimos agasajados con un especial almuerzo. Demos gracias a Dios! Viva Jesús y María!
No hay comentarios:
Publicar un comentario