viernes, 12 de junio de 2015

El sacerdote detrás del programa más antiguo de la televisión colombiana


Escrito por CLAUDIA MARCELA MÉDINA GARCÍA

Porque sí o porque no sigan sus principios religiosos, gran cantidad de colombianos que observan a las 7:00 de la noche las noticias en televisión, se tropiezan con la imagen de José Diego Jaramillo, director y presentador del programa Minuto de Dios, sin duda, el más antiguo de la televisión colombiana. Y él, el sacerdote más famoso del país, el mismo que firma autógrafos y hasta se retrata en selfies con teléfonos celulares de decenas de seguidores que en la calle lo detienen, lo saludan y le piden un retrato.

Con un fondo azul oscuro y un chorro de luz que atraviesa la pantalla, la cruz semi torcida y que cae detrás de su sotana negra, Jaramillo, en un set de tres metros de ancho y cinco de largo aproximadamente, le entrega a los colombianos un mensaje religioso. Los invita a perdonar, a reflexionar y hasta clama solidaridad para adelantar obras sociales. ¿Cuál es la historia de José Diego Jaramillo? ¿Cómo ha logrado sostenerse en la televisión colombiana? ¿Cómo intercambia sus asesorías, charlas, eucaristías con un minuto en televisión? Él se lo contó a LA NACIÓN, que hoy le entrega el reconocimiento La Vorágine.

Hablemos del programa de televisión ‘Minuto de Dios’. ¿El más antiguo de la Televisión colombiana?

El padre Rafael inició ese programa el 10 de enero del año 55, fue el primero; es decir, llevamos cumplidos 60 años. Según me dicen, es el programa de televisión más antiguo no solo de la televisión colombiana sino en la televisión mundial, no hay un programa que haya cumplido 60 años de permanencia en el aire.

¿Cómo logran mantenerlo al aire sin interrupción?

Yo creo que el programa, cuando el padre lo inició, gozó de unas circunstancias muy especiales, en primer lugar la televisión comenzaba apenas en Colombia, llevaba siete meses de estar emitiendo programas al aire, en segundo lugar, en esa época solo había un canal, de manera que todo el que quería ver televisión, obligatoriamente tenía que ver el programa ‘Minuto de Dios’. En tercer el lugar, el padre tenía una manera muy original y peculiar de hablar, era breve, de manera que también eso le ayudó a despertar la atención y mantener la sintonía de su programa. Además del programa espiritual, netamente religioso, que giraba alrededor de Dios, de Jesús, de la iglesia, el padre comenzó a encontrar las implicaciones sociales: dando casas, ayudando a familias pobres, y eso es una vena muy sensible para muchas personas.

¿Pero nunca han tratado de bajarlo de la programación?

Hemos tenido dificultades para mantenernos en el aire, sí ha habido de vez en cuando algunas dificultades, pero han sido pequeñas nubes muy pasajeras que con buena voluntad y con el empeño de defender el programa se han ido disipando y por lo pronto seguimos en buena salud.

¿Cómo se graba un programa del ‘Minuto de Dios’?

Desde el año 55 hasta el 87, había un desplazamiento diario del padre Rafael García Herreros o mío. Ahora lo vengo haciendo los días martes desde 1967. Entonces, íbamos a Inravisión y ahí había que llegar media hora antes porque ese programa quedaba en el mismo estudio en que se emitía el noticiero 24 horas que tenía en esa época Arturo Abella, entonces uno tenía que llegar a tiempo para que cuando cerraran las puertas del estudio nosotros estuviéramos listos, y uno se quedaba ahí hasta que terminara el noticiero porque no se podía interrumpir.

¿Y todavía siguen grabando en estudio?

Teniendo en cuenta la dificultad del tráfico en Bogotá para movilizarse desde aquí del Minuto de Dios hasta Inravisión, entonces pensamos en la posibilidad de mandar un video que se graba y envía todas las noches.

¿Cómo se prepara para ese programa?

Par hacer un minuto, es algo aproximado, porque en realidad son 52 segundos porque hay un cabezote que enuncia el programa y la despedida final. Me he habituado a escribir en hoja tamaño carta con una letra que no es gigantesca lo que voy a decir, de tal manera que no demore sino los 50 segundos que necesito y así controlo el tiempo.

¿Cómo elige los temas, los mensajes?

Los temas se refieren a un acontecimiento importante en la semana o en el día que estoy hablando. Los miércoles que puedo entregar una casa a una familia pobre, pues le dedico el espacio a informar o motivar a la gente para que ayude a familias de menores recursos o voy a colegios donde los jóvenes colaboran con diferentes actividades. Sino tengo un evento especial, busco una frase del evangelio o una frase que me haya impresionado en esos días.

¿Detrás de cámara lo visten, lo maquillan?

Felizmente no, al principio si me maquillaban, pero yo les dije más feo no puedo quedar, de manera que dejamos así.

Padre, ¿Y se le sigue subiendo el azúcar con ese fiel patrocinador?

A veces se me sube pero el ego. Desde el año 55 más o menos está con nosotros Azúcar Manuelita.

¿La frase insigne del programa de dónde nace?

La compuso el padre Rafael García Herreros era como una especie de oración de la noche, “Señor en tus manos colocamos este día que ya pasó y la noche que llega”. Juan Gossaín le escribió al padre García Herreros y le recomendó que no dijera “en tus manos colocamos” sino “en tus manos ponemos”, pero yo creo que esa frase ya se habituó y por fidelidad al padre Rafael la mantengo.

¿Usted es un cura famoso?

¿Famoso? No sé qué pecados tendré. De todas maneras es normal que si uno sale todos los miércoles por televisión hay gente que se le puede quedar el nombre, de vez en cuando voy por la calle y me saludan y dicen ¡padre García Herreros cómo está! (risas). Hay bastantes personas que me reconocen, el otro día fui a un batallón de soldados y de policías, y todos se quieren tomar una foto conmigo.

¿Y eso cómo lo ha manejado?

Procuro sonreírme cuando van a disparar la cámara (risas). La fotografía ahora con los teléfonos celulares, algunos muchachos con las selfies optan por ese camino.

¿Usted le da el rating al noticiero o el noticiero le da el rating al programa?

Amablemente un periodista del noticiero dijo que ellos aprovechaban que yo les cautivaba la gente con el Minuto de Dios para seguir ellos con su noticiero, pero yo creo que eso es una palabra amable y es posible que muchos fieles, creyentes que quieren tener una pequeña oración de la noche y reflexionar en un minuto para Dios nos ven, pero creo que puede ser un beneficio mutuo.

De otro lado, ¿Cuáles han sido sus momentos más difíciles?

La salud en dos ocasiones, me han operado de corazón abierto. Hay momentos en que hay pedir para algunas obras del Minuto de Dios y nos toca solucionar los problemas que se presenten. El Señor es quien nos da las manos.

¿Por qué tomó el camino sacerdotal?

Ingresé al Seminario Mayor de los padres Eudistas en Usaquén en 1.950 y los años de seminario en filosofía
y teología le sirven al joven para enfrentar lo que es el futuro de su propia vida, para pensar si realmente puede servirle a la iglesia con el ministerio presbiteral sacerdotal y esa fue la oportunidad que yo tuve.

¿Cómo llega al Minuto de Dios?

Desde que estaba en el bachillerato, tal vez en cuarto de bachillerato que ahora lo llaman noveno, uno de mis profesores de literatura me insinuaba que leyera artículos que escribía el padre Rafael García Herreros y que se publicaban en muchas revistas y periódicos de esos años. Tuve después el gusto de conocerlo personalmente y le conté que yo leía sus cuentos y que los coleccionaba, eso le llamó la atención y me pidió que en adelante yo se los siguiera coleccionando y siendo seminarista todavía publiqué tres o cuatro libros del padre por encargo de él.

¿Qué era lo que le llamaba la atención de los escritos del Padre García?

Me parecía que el padre Rafael García Herreros tenía un estilo para escribir muy particular, una frase corta, una frase directa, no perdía el tiempo con muchos adjetivos. Para mí era muy agradable leer los artículos del padre y comenzar a coleccionarlos.

¿Cómo se da su Presidencia en el Minuto de Dios?

El día de mi ordenación sacerdotal el padre García fue el padrino de ordenación, después en mis primeros años de sacerdocio me nombraron para trabajar en Cali en el Seminario Conciliar y estuve estudiando fuera del país. En el año 67 fui trasladado de nuevo a Bogotá y hubo un nuevo acercamiento muy fuerte con el padre García Herreros que desde esa época me pidió que trabajara como subdirector de la obra Minuto de Dios y como miembro de la junta directiva de la entidad. Hace pues 44 años me vine a vivir al barrio Minuto de Dios y acompañé al padre Rafael en los últimos 22 años de su vida y cuando el padre falleció la Junta Directiva me pidió que siguiera coordinando las actividades de ésta entidad.

¿De qué murió el padre García Herreros?

El padre Rafael murió en noviembre de 1992 ya desde algún tiempo atrás su corazón había presentado dificultades y le habían puesto un marcapasos. Fueron como tres dificultades básicas las que acabaron con los días del padre: la enfermedad de los pulmones, la enfermedad de los riñones y la arteriosclerosis.

¿Qué podemos destacar del trabajo en la Corporación?

Tengo que subrayar que el padre García Herreros sembró una semilla de conciencia social, de solidaridad, de servicio al prójimo y una semilla de óptima calidad, y lo que hemos hecho después es echarle abono a la tierra, regarla para que la semilla crezca y produzca muchos frutos. Yo he aprovechado el trabajo previo del padre Rafael. Cuando él vivía habían cinco colegios, hoy tenemos 21 colegios de bachillerato y nueve guarderías infantiles, hoy hemos alcanzado la cifra de 110 mil alumnos y la universidad ya no solo está en el primer edificio que se construyó sino que llegó a 73 ciudades del país.

¿El Huila se ha beneficiado del Minuto de Dios?

La Universidad tiene presencia en Neiva, Pitalito y Garzón, desde ahí se ha dado nacimiento a tener presencia en Florencia en el Caquetá y en Mocoa en el Putumayo. En un tiempo ayudamos a los banquetes del millón que se realizaron en Neiva y otro en Garzón, allá se estableció una entidad que lleva el nombre de Minuto de Dios, pero que funcionó de manera independiente a nosotros, ayudamos tan solo por un tiempo. En vivienda se construyó un barrio en la ciudad de Neiva y otras obras en Garzón.

Uno de los logros del Minuto de Dios, es su universidad.

Espero que todos los colegios y universidades del país tanto privados como oficiales puedan brindar una excelente educación, no me corresponde a mí juzgarlos o denigrarlos pero si digo que la educación que pretende dar el Minuto de Dios no es solamente una educación académica, sino que sean formados en los valores: cívicos, religiosos y sociales.

¿Cómo se proyecta el Minuto de Dios?

Entidad que quiere servirle a Colombia y espera hacerlo en todos los campos. Ahora estamos en una época de reconciliación, la paz, la justicia y creo que en este escenario debemos hacer una palabra mucho más fuerte.

De otro lado, ¿Cuál fue la relación del Minuto de Dios con Pablo Escobar?

El padre Rafael García Herreros sí tuvo una acción relacionada con Pablo Escobar, en 1991 habló por televisión diciendo: ‘me han dicho que se quiere entregar y si puedo ayudar estoy a disposición’. El padre entonces envío la carta a Escobar y Pablo respondió. Empezó un diálogo con Pablo en Medellín y después se dio la entrega al Gobierno a través de la mediación del padre García Herreros.

Por cierto, ¿Se dijo que recibieron dineros del narcotráfico?

Que Escobar hubiera dado dineros al Minuto de Dios, para construir casas, es falso, ni un centavo. Cuando el padre entregó a Pablo Escobar, habían ofrecido un dinero para quien lo entregara. El Padre dijo que ojalá se lo dieran a él para convertirlo en vivienda para los pobres. Pero nos dijeron que no, porque premiaban a quien delatara donde estaba Pablo Escobar y no la intermediación; eso es una tontería que dijo un General en ese momento. Que si hubiera dicho dónde estaba para cogerlo preso ahí sí nos hubieran dado la plata, pero como se llevó hasta la cárcel entonces no.






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