viernes, 9 de agosto de 2013

AVISO DE FALLECIMIENTO P. TARCISIO AGUSTÍN CERÓN BARAJAS, cjm

Hoy 8 de agosto de 2013, a las 2:30 de la tarde, falleció el P. Tarcisio Cerón, decano de la provincia de
Colombia, a la edad de 99 años y tres meses en la Clínica El Rosario de Medellín. Había sido hospitalizado debido a una neumonía y una infección urinaria.

Sus exequias se realizarán mañana viernes 9 de agosto a las 10:00 de la mañana en la parroquia san Miguel Arcángel de Medellín. Luego será incinerado y sus cenizas se depositarán en el cementerio de la casa de Encuentros san Juan Eudes en san Pedro de los Milagros.

El P. Tarcisio nació en Málaga (Santander) el 5 de mayo de 1914. Fueron sus padres José Encarnación Cerón y Maria Nicanora Barajas. Realizó sus estudios de primaria en la Escuela de Varones de Málaga y la secundaria en la Escuela Apostólica en Miranda. Ingresó al noviciado eudista en el Seminario san José de Usaquén el 8 de febrero de 1932. Allí mismo realizó la Filosofía entre 1933 y 1935 y luego la Teología de 1936 a 1940. Se incorporó a la Congregación el 8 de febrero de 1936 y fue ordenado presbítero en la Iglesia de la Porciúncula de Bogotá el 11 de agosto de 1940.

Ejerció su largo y fecundo ministerio como presbítero eudista en las siguientes obras de la Congregación: antes de su ordenación realizó su experiencia de enseñanza en el Juniorato de san Pedro de los Milagros (1938). Después de su ordenación fue enviado como formador al seminario de La Grita (Venezuela) entre 1940 y 1944. Colaboró luego dos años en el seminario de San Cristóbal (Venezuela) de 1944 a 1946. Lo encontramos nuevamente en La Grita, otros tres años hasta agosto de 1946. Regresó a Colombia y fue enviado a Bitaco (Valle) entre agosto de 1946 y agosto de 1949. Pasó luego al seminario mayor de Santa Rosa de Osos (Ant) donde trabajó cuatro años y medio entre enero de 1951 y julio de 1955. Pasó dos años como director espiritual en el seminario menor y mayor de Cartagena de julio de 1955 al mes de julio de 1957. Regresa por seis meses al seminario de santa Rosa en julio de 1955 pero al comenzar el año 1958 fue enviado como profesor y ecónomo al seminario mayor de Ocaña donde permaneció tres años. En enero de 1961 fue enviado como profesor, director espiritual y ecónomo al seminario de Floridablanca (Santander) de 1961 a 1967. En febrero de 1967 fue enviado a Tocancipá como director espiritual, pero al año siguiente, en enero de 1968 regresa como profesor al seminario de Floridablanca donde permanece otros dos años. Entre 1970 y 1975 regresa a Ocaña como rector del seminario y superior local donde presta este servicio por dos períodos consecutivos. Pasa en Cúcuta dos años, primero como ayudante del P. Acevedo en el colegio-seminario y luego como párroco de la Santísima Trinidad hasta (1975 y 1976). Entre 1977 y 1980 se desempeña como profesor en el seminario menor de santa Rosa de Osos. Pasa luego un trienio en el Juniorato de san Pedro (1980-1983) y regresa por cuarta vez al seminario de santa Rosa de Osos (1983-1986). Cuando la Congregación hizo la entrega de esta obra a la diócesis, el P. Cerón aceptó permanecer allí y colaborar un año más junto con los padres Leonardo Pérez y Domingo Ruiz. En enero de 1986 pasó a Usaquén y ejerció como vicario en la parroquia santa Bárbara de Usaquén hasta el mes de diciembre de 1987. A comienzos de 1988 fue enviado a la casa de encuentros san Juan Eudes de san Pedro de los Milagros donde permaneció 14 años continuos colaborando como capellán de religiosas, colaborador y confesor en la parroquia. En esta última etapa de su ministerio había tanto aprecio a la casa de san Pedro que ya enfermo y anciano se resistió en diversas ocasiones a salir de ella para pasar a la residencia de san Miguel. Finalmente, en enero de 2002 fue acogido en san Miguel donde vivió los últimos 11 años de su vida rodeado del aprecio de sus hermanos, de su familia y del personal de la casa por ser el mayor de la provincia. Mientras tuvo fuerza y movilidad se mostró disponible para ayudar en la parroquia como confesor y atender a sacerdotes que acudían en búsqueda de dirección espiritual.

El P. Cerón conservó su lucidez casi hasta el final de sus días. Un hombre vigoroso, saludable, de buen
apetito. Era un verdadero roble! Vivió su ministerio sacerdotal a plenitud, amó entrañablemente la Congregación, discreto, cordial, buen amigo y sin ambiciones personales. El querido “Tio Tartín” como cariñosamente lo llamaban sus más allegados deja un recuerdo inolvidable entre todos. Su testimonio de vida sacerdotal motivó a su sobrino Miguel Angel a la familia eudista, pero falleció muy joven como consecuencia de un tumor que se le desarrolló en el cerebro.

En nombre de la provincia expresamos nuestras sentidas condolencias a toda su familia con la solidaridad de nuestra oración. Como lo prescriben nuestras Constituciones, “los presbíteros celebramos por él dos misas, y los demás participan en la Eucaristía por la misma intención” (Const 46 y RP 46.1).


San Pedro de los Milagros, agosto 8 de 2013.

Gustavo Londoño, cjm Superior provincial 


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