Flórez Pérez Hermes: El reverendo Padre Sylvain es un eudista que ha viajado desde la lejana África a compartir, a modo de tiempo de interprovincialidad, con los hermanos de la Provincia Minuto de Dios. En algunos días estará cumpliendo su primer año de estar aquí. Padre Sylvain: cuéntenos cuál fue el proceso para llegar a Colombia y cuál es el balance que hace después de un año en este país suramericano.
Padre Sylvain AHOUANKON: Muchas gracias querido hermano. Soy el Padre Sylvain AHOUANKON, Eudista. Soy africano: de Benín. Llegué a Colombia el 15 de enero del presente año. Estoy colaborando en la Casa de Formación "La Misión". También soy colaborador en la Unidad Espiritualidad Eudista, al mismo tiempo que soy traductor de español a francés de documentos importantes y de los cursos de la IUTEA. (Institución Universitaria Tecnológica Eudista de África) y acompañante de la Comunidad Francófona de Bogotá.
Mi proceso para venir a Colombia fue una acción del Señor. Era el día siguiente de mi primer año de ordenación sacerdotal y sentí en lo más profundo de mí el fuerte deseo de profundizar la espiritualidad eudista porque para mí debe ser la motivación de cada eudista. Hablé sobre este deseo con el Padre Provincial en África, el padre Maxime KOUASSI, quien expresó su alegría al decirme que es un proyecto congregacional para formar especialistas en Espiritualidad Eudista y para orar por ello. A partir de ese momento empecé a releer las obras completas de nuestro fundador. Esto me motivó a escribir mi segundo libro titulado "El bautismo como un contrato de alianza según San Juan Eudes: implicaciones pastorales para una vida de fe auténtica". En este impulso de voluntad y disponibilidad, mi alegría estaba en su apogeo cuando mi Provincial me dijo en agosto de 2016: Padre Sylvain, irás en interprovincialidad a Colombia, en la Provincia Minuto de Dios para vivir en la casa de formación y para trabajar con el Padre Álvaro DUARTE, Director de la Unidad de Espiritualidad Eudista con el fin de profundizar sus conocimientos en espiritualidad eudista. Feliz con estas buenas noticias, canté en acción de gracias al Señor a la imagen de la Virgen María en la Anunciación: El Poderoso hizo maravillas para mí; ¡Santo es su nombre!
Mi primer año en este país suramericano fue al principio, un tiempo rico en escuchar, mirar, observar, aprender el idioma español y los valores colombianos. Luego, un momento de integración, adaptación al ritmo de trabajo en Minuto de Dios y cómo se lleva a cabo la formación eudista en la provincia. Esto me permitió detectar un poco la especificidad y particularidades de la Provincia. Y finalmente, fue un momento en el cual estudié la vida y las obras del Padre Rafael García Herreros, fundador de la Obra Minuto de Dios. Cada día tiene su afán en este maravilloso país.
Flórez Pérez Hermes: Dice que en Colombia trabaja en distintas obras de la Provincia Minuto de Dios, como son: la Casa de Formación "La Misión", la IUTEA (Institución Universitaria Tecnológica
Eudista África) y la Unidad de Espiritualidad Eudista. Igualmente, acompaña la Comunidad Francófona en Bogotá. Háblenos de su experiencia en estos lugares y lo que han significado para su vida y ministerio.
Padre Sylvain AHOUANKON: En la Casa de Formación, estoy colaborando con el equipo de formación. Vivo en la koinonia Nazaret con cinco seminaristas. Todos los días, estoy tratando de jugar el papel de mediador, de punto de referencia, de líder y no soy el único poseedor de conocimiento, ni el único responsable por el proceso de formación. Esta es una experiencia de acompañamiento, de aprendizaje de la manera de formar en Minuto de Dios tomando en cuenta la cultura colombiana, la mentalidad de los jóvenes y también sus fortalezas y debilidades.
Con equipo de la IUTEA (Institución Universitaria Tecnológica Eudista África), colaboro con la traducción de algunos documentos importantes de la institución y de los cursos para la formación de los profesores. También tuve el placer de trabajar en estrecha colaboración con la institución durante la misión de la Cámara de Comercio e Industria de Costa de Marfil, ¿que había llegado para entender las realidades de la Corporación Universitaria Minuto de Dios y otros aspectos como la producción de arroz.
Con el equipo de la Unidad de Espiritualidad Eudista, colaboro igualmente con la traducción de varias cartas y de diferentes cursos virtuales con el fin de facilitar el comienzo de los cursos de la espiritualidad Eudista en francés. Ahora empecé mi primer curso virtual en Espiritualidad Eudista: San Juan Eudes, Maestro de vida espiritual.
Con la Comunidad Francófona en Bogotá, acompaño a todos los cristianos, especialmente a los franceses que trabajan en Bogotá y que quieren vivir la misa en francés. Con ellos celebro la misa una vez al mes. También organizamos acompañamiento personal, reuniones de liturgia, catequesis, capellanía juvenil, coros infantiles etc.
Estos diferentes lugares de misión me permiten ejercer mi misión como sacerdote: un pastor que quiere a sus ovejas y las conoce, el que intercede por su pueblo, el que enseña que el amor es más fuerte que todo, un padre que da alegría. Así es la alegría del sacerdote que acompaña al hombre desde el nacimiento, llevándolo de la muerte a la resurrección mediante el bautismo, hasta el nuevo nacimiento definitivo.
Flórez Pérez Hermes: Hay tres acontecimientos significativos en su vida ministerial durante el mes de noviembre: el 13, san Juan Eudes, el fundador de la Congregación de Jesús y María, a la cual pertenece, instituyó la fiesta del Divino Sacerdocio de Nuestro Señor Jesucristo y el 24 celebra losprimeros cinco años de ordenado sacerdote. En esta misma fecha murió el siervo de Dios, padre Rafael García Herreros: ¿Considera que estos tres grandes acontecimientos le hablan de alguna manera sobre el modo en que se debe vivir el ministerio sacerdotal hoy? ¿Por qué?
Padre Sylvain AHOUANKON: Estos tres grandes acontecimientos significativos en mi vida ministerial durante este mes de noviembre me hablan e interpretan mi vida como sacerdote, porque es alentador notar hoy que una inmensa mayoría de los sacerdotes de todas las edades ejercen su ministerio sagrado en un compromiso gozoso, a menudo fructífero de un heroísmo silencioso, trabajando hasta el final de su fuerza y, a veces, sin ver los frutos de su trabajo. Por esta razón, ahora constituyen una vívida proclamación de esa gracia divina que, en el momento de la ordenación, continúa dando una fuerza siempre nueva a la actividad ministerial. Los sacerdotes, por otro lado, están comprometidos con las obligaciones de su función, se interrogan, y pueden preguntarse, no sin angustia, cómo dar unidad entre su vida interior y las llamadas de la acción externa. El ministerio pastoral es una tarea fascinante pero desafiante, siempre sujeta a malentendidos y marginación, y hoy especialmente a la fatiga, la desilusión, el aislamiento y, a veces, la soledad.
Flórez Pérez Hermes: Después de cinco años de ordenado como presbítero, ¿Cuáles cree que son las principales fortalezas y los principales desafíos para ejercer su ministerio en la Iglesia?
Las principales fortalezas para ejercer el ministerio en la Iglesia para mí son:
- Una buena relación con Dios para aprender y experimentar el amar y ser amados por un Dios que es a la vez inmanente (a nosotros), íntimo y trascendente (más allá de nosotros) y omnisciente. Es un proceso continuo y vivificante con muchas facetas, y siempre comienza con la oración.
- Orar y predicar: Orar es el ancla para cualquier sacerdote. Su oración personal es un momento solemne y silencioso en presencia de Dios. También es un momento de palabras: palabras habladas en la manera que mejor nutra esta relación del sacerdote.
- La preparación y la celebración diaria de eucaristía: Cuando celebra la Eucaristía, un sacerdote debe estar preparado para dar homilías arraigadas en la sabiduría y la inspiración de una manera que le sobrepasa.
En el mundo de hoy para ejercer muy bien su ministerio en la Iglesia el sacerdote debe dialogar con algunos de los principales y a partir de ellos convertirse en:
- Hombre de Dios que colabora con la gracia divina para que su vida cotidiana refleje la santidad que trasmite con los sacramentos.
- Constructor de caridad para ayudar a los hombres en su camino hacia el encuentro con Dios; debe construir la caridad, porque es la caridad la virtud que de algún modo anticipa el cielo aquí en la tierra. Debe ser también constructor de la comunión.
- Pastor de almas: Él es como Cristo, que ofrece la vida por ellas, y es movido por su mismo amor hacia ellas. El sacerdote debe estar siempre a disposición de los fieles para escuchar sus confesiones.
- Formación integral: La formación del sacerdote, como pide la Pastores dabo vobis, debe ser integral- espiritual, humana, intelectual y pastoral- dirigida, en modo armonioso, a todos los aspectos de su vida, para que pueda estar preparado para la misión.
- Signo de contradicción: El sacerdote vive la cruz y acompaña a los fieles cristianos para que puedan aceptarla con resignación cristiana.
Flórez Pérez Hermes: A propósito de la formación presbiteral a la cual hace mención, el Papa Francisco les habló el pasado 08 de octubre a quienes participaron del Congreso organizado por la Congregación para el Clero acerca de la nueva Ratio Fundamentalis. Entre los interrogantes finales planteaba este: "¿Qué sacerdote quiero ser?". Para usted, como miembro del Equipo de Formación de la Provincia Minuto de Dios, ¿Qué tipo de sacerdocio se necesita hoy en la Iglesia y por qué?
- Un Ministro de la misericordia: Como administrador del sacramento de la Reconciliación, el sacerdote cumple el mandato de Cristo a los Apóstoles después de su resurrección. ¡El sacerdote es testigo e instrumento de la misericordia divina! ¡Qué importante es en su vida el servicio en el confesionario!
- Un hombre en contacto con Dios: Como administrador de tales bienes, el sacerdote está en permanente y especial contacto con la santidad de Dios. En el sacerdocio el hombre es como elevado a la esfera de esta santidad, de algún modo llega a las alturas en las que una vez fue introducido el profeta Isaías.
- Llamado a la santidad: En contacto continuo con la santidad de Dios, el sacerdote debe llegar a ser santo. Su mismo ministerio lo compromete a una opción de vida inspirada en el radicalismo evangélico. Esto explica que de un modo especial deba vivir el espíritu de los consejos evangélicos.
- Hombre de la Palabra: el sacerdote está llamado a ser hombre de la palabra de Dios, generoso e incansable evangelizador. Hoy, frente a las tareas inmensas de la "nueva evangelización'', se ve aún más esta urgencia.
- Profundización científica: Ciertamente, como enseña el mismo Santo Tomás, la "ciencia infusa", que es fruto de una intervención especial del Espíritu Santo, no exime del deber de procurarse la "ciencia adquirida".
Flórez Pérez Hermes: Díganos una frase de la Palabra de Dios, de san Juan Eudes y de Padre Rafal García que le impacte en su vida ministerial.
Padre Sylvain AHOUANKON:
- De la Palabra de Dios: "Asimismo, sintiéndome libre respecto a todos, me he hecho esclavo de todos con el fin de ganar a esa muchedumbre" 1º Carta a los Corintios 9 , 19.
- De San Juan Eudes: Un buen pastor es la imagen viva de Jesucristo en este mundo. De Cristo vigilante, orante, predicador, catequista, trabajador, del que peregrinaba de ciudad en ciudad y de aldea en aldea. Es la imagen de Cristo que sufre, agoniza y muere en sacrificio por la salvación de todos los hombres creados a su imagen y semejanza.” (El Memorial de la Vida Eclesiástica)
- De Padre Rafael García Herreros: ‘’No sabes lo sabroso, lo bello que es ser sacerdote... No supones las posibilidades de bien que trae serlo... Cuando seas sacerdote, tú irás a los pobres, irás a las casitas pequeñas y humildes de los pobres, y allí te sentarás en la silla desvencijada de la sala que sirve de cocina y de comedor... y conversarás con ellos.’’ (Libro: García Herreros, Rafael, "Sacerdotes de Jesucristo", Colección Obras Completas No. 28, Centro Carismático Minuto de Dios, Bogotá, 2012)
Flórez Pérez Hermes: Un consejo para que los fieles cristianos vivan su sacerdocio ministerial y bautismal.
Padre Sylvain AHOUANKON: Para los sacerdotes me gustaría decir: Debemos procurar ser “otros Cristos” en la tierra: pasar haciendo el bien. Que todo el que se acerque a nosotros se aleje mejorado espiritualmente.
Para los fieles cristianos que vivan su sacerdocio bautismal, me gustaría decir: Somos sacerdotes por el bautismo en medio del mundo, consagrados a Dios, es misión de todo bautizado orar personal y comunitariamente en la liturgia para santificarlo todo, y es misión ofrecer a Dios todos y cada uno de nuestros actos para su gloria y para el bien de los hombres.
Flórez Pérez Hermes: Muchas gracias padre Sylvain por su tiempo. ¿Alguna palabra para concluir?
Padre Sylvain AHOUANKON: Sí, quiero dar gracias por la elección totalmente gratuita que recibí de Cristo Jesús, quien, después del bautismo, la confirmación y la Eucaristía, me llamó ya cinco años al ministerio sacerdotal a través del sacramento del orden. Acción de gracias para las personas de todas las edades y condiciones sociales, todas las condiciones de vida que se cruzaron en mi camino, me hicieron feliz y me ayudaron a "crecer" humana y espiritualmente. Han sido para mí signos y testigos de la presencia de Dios en el mundo, en la Iglesia y en mi vida. Si he podido ayudar a algunos a progresar en la Fe, lo recíproco me parece aún más cierto.
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