viernes, 21 de agosto de 2015

Hoy Estamos de Fiesta Oración eudista compartida: 19 de agosto de 2015

Preparada por los hermanos de la Provincia Eudista de Venezuela.

Queridos hermanos y hermanas, unamos nuestra oración en un acto de adoración, alabanza, acción de gracias y perdón, contemplando a JESUS NUESTRO SEÑOR en su GRAN MISTERIO DE AMOR; ofrezcamos en este hermoso día en que celebramos con la alegría de los hijos de Dios esta fiesta eudista, día en que nuestro padre fundador nació para la eternidad, dejando un gran testimonio de amor, fidelidad, entrega y servicio al Señor en la Iglesia y en nuestra Congregación de Jesús y María.

Con una actitud orante, vivamos este encuentro, entregando al Señor nuestra Congregación, sus obras, sus proyectos.

Peticiones: Libres.

Canto sugerido: Espíritu de Dios, llena mi vida …

Invoquemos al Espíritu Santo fuente de vida y de alegría, para que inspirados por El, meditemos cada uno de los textos sugeridos y posteriormente oraremos con ellos.

Lectura Bíblica (Col. 3,16)

“Que la palabra de Cristo habite en ustedes y esté a sus anchas. Tengan sabiduría, para que se puedan aconsejar unos a otros y se afirmen mutuamente con salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Que la gracia ponga en sus corazones un cántico a Dios.”

Lectura Espiritual: (“Formar aJesús en nosotros”, pág. 36-37)

El ejercicio de la oración es uno de los principales fundamentos de la vida y santidad cristiana, porque toda la vida de Jesucristo ha sido una perpetua oración que debemos continuar y reproducir en la nuestra.

La tierra que nos sostiene, el aire que respiramos, el pan que nos alimenta, el corazón que palpita en nuestro pecho, no son tan necesarios para la vida humana como la oración para llevar una vida cristiana.

La oración es una elevación respetuosa y amorosa de nuestro espíritu y nuestro corazón a Dios. Es dulce dialogo, santa comunicación, divina conversación del cristiano con su Dios. En la oración contemplamos a Dios en sus perfecciones, misterios y obras; lo adoramos, lo bendecimos, lo amamos y glorificamos; nos entregamos a Él, nos humillamos por nuestros pecados e ingratitudes y pedimos
su misericordia, finalmente le pedimos lo necesario para amarlo y servirlo.

“Continuar la oración de Jesús es orar en el Espíritu de Jesús como oró Él mismo… y como Él oraría si estuviese en nuestro lugar”

San Juan Eudes

Lectura Bíblica (1Jn. 4,7)

“Queridos míos, amémonos unos a otros, ya que el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.”

Lectura Espiritual (Obras Escogidas, pág. 192-193)

La caridad cristiana consiste en amarnos mutuamente con Jesucristo nos ama. Y Él nos ama de tal manera que su vida entera, su cuerpo, su alma, su tiempo, su eternidad, su divinidad y humanidad, todo lo que él es, todo cuanto tiene y puede lo pone a nuestra disposición, demostrando así su amor por nosotros. Mira, pues, a tu prójimo en Dios y a Dios en él. Míralo como quien ha salido del corazón y de la bondad de Dios, como una participación suya, creado para regresar a Dios, para alojarse un día en su regazo, para glorificarlo eternamente; como alguien en que Dios será eternamente glorificado, por vía de misericordia o de justicia.

Míralo como a templo del Dios vivo, como portador de la imagen de la santísima Trinidad y de la impronta de Jesucristo; como a alguien que es una parte de Jesucristo, hueso de sus huesos y carne de su carne, por quien Jesucristo tanto trabajó y sufrió, por quien gastó su tiempo y entregó su sangre y su vida.

“La caridad es la norma suprema y el alma de la Congregación”.

Señor Jesucristo sin Ti nada somos,

Nada podemos, ni valemos,

Nada tenemos, a no ser nuestros pecados,

Señor Jesucristo, Compadécete de nosotros

San Juan Eudes

Acción de Gracias (Libremente)

Avecor Santísimo




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