miércoles, 30 de abril de 2014

Ser Santos las 24 Horas


Por: Mauricio Gabriel Pareja Bayter

Ser SANTOS las 24 horas del día, 365 días al año, incluido los años bisiestos, es lo que significa ser CRISTIANO, no es más, sólo eso...
Cristiano significa otro CRISTO, ser Cristo significa ser HIJO DE DIOS, ser hijo de Dios significa ESCUCHAR y OBEDECER A DIOS. Así nos lo dice este comentario que nos trae el devocional eudista que se llama OREMOS CON SAN JUAN ÉUDES:“San Juan Éudes nos invita a obrar en Cristo, aún más a que Cristo viva y obre en nosotros (Gál. 2, 20). Debemos penetrar en el Misterio de Cristo que obra y actúa entre los hombres, que comparte los mismos gestos del hombre. ¿Qué espíritu lo movía a obrar? ¿Cuáles eran sus intenciones, su amor al Padre y al hombre? Nuestra unión a Cristo debe traducirse en intimidad, buscar la identidad” (Oremos con San Juan Éudes, Edición de 2001. Pag. 78)

Esto, hablando en términos más sencillos significa que si tú quieres ser cristiano debes saber responder con tu vida estas preguntas existenciales de la fe:

1. ¿Sabes escuchar y obedecer con confianza la voluntad de Dios?

2. ¿Eres y te comportas como un hijo de Dios o como un hijo del satanás (lo opuesto a lo que Dios te propone)?

3. ¿Tu meta es ser otro cristo sobre la tierra (de allí viene la palabra cristiano)?

4. ¿Tu meta es ser capaz de amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como te amas a ti mismo?

5. ¿Te pre-ocupas y ocupas en hacer todo eso durante el día y durante el año?

Con este propósito, San Juan Éudes propuso LA ORACIÓN COMO CAMINO DE SANTIDAD, lo oración no es la meta, la meta es la santidad, ya lo vimos en los artículos anteriores. Ahora sólo quiero presentar una par de intenciones y disposiciones eudistas que están tomadas del librito: OREMOS CON SAN JUAN ÉUDES, que nos pueden ayudar con éste objetivo de responder bien esas cinco preguntas, hay otras meditaciones y oraciones allí, hoy sólo les presento estas dos, con la promesa de tomar más de ellas en las próximas publicaciones.

1. ¿Cómo disponerse para hacer una buena oración?

“Adoremos a Dios, reconozcamos ante El nuestra propia incapacidad para orar; entreguémosle nuestro corazón y nuestro Espíritu con el deseo de hacer esta oración únicamente por su amor.

Puesto que sólo su Espíritu santo es capaz de hacernos orar como conviene, entreguémonos a Nuestro Señor Jesucristo para que Él nos dé su Espíritu.

Roguemos a la Virgen María, a los ángeles y a los santos nos alcancen lagracia de hacer bien esta oración”

2. ¿Cómo concluir bien una oración?

Agradezcamos a Dios las gracias recibidas en esta oración y pidamos perdón de haber sido negligentes en ella.

Recojamos brevemente lo mejor de esta oración para que inspire nuestra vida y nuestro trabajo.

Desconfiemos de nuestra debilidad para llevar a cabo lo que nos hemos propuesto y apoyémonos sólo en el poder de la gracia del Señor; acudamos a la intercesión de la virgen María, de los ángeles y de los santos para que nos alcancen la gracia de la fidelidad.

Tratemos de ver cómo vamos a ser fieles hoy al Señor y a nuestros hermanos, en especial en aquello que nos pide la vida común: humildad, obediencia, caridad, bondad.

Para finalizar nuestra reflexión de hoy, te propongo como ejercicio copiar y guardar estos dos puntos en tu billetera(cómo iniciar y concluir bien una oración) y los uses antes y después de la oración y que prestes especial atención a las palabras que he resaltado con negrilla, para que observes cómo para San Juan Éudes era muy importante no sólo saber hacer(teoría) las cosas, sino también hacerlas (acción), es decir, como dice el dicho, que no seamos puro tilín tilín y nada de paletas.

Ser SANTOS no es una idea para discutir es un estilo de vida que hay que vivir para ser mejores seres humanos, hijos de Dios, otros Cristos, personas felices que irradien serenidad y felicidad a todos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario