Hacia las tres de la tarde del pasado sábado 19 de octubre, celebramos con gran alegría, en el Teatro Minuto de Dios, las ordenaciones de nuestros hermanos eudistas: Libardo Pantevez Bautista (presbiterado) y Melbin Rafael Argote Escorcia (diaconado), por imposición de manos y oración consecratoria de Monseñor Héctor Gutiérrez Pabón, Obispo de la Diócesis de Engativá. Acompañamos a Libardo y Melbin, con nuestra presencia y oración, varios sacerdotes eudistas, diocesanos y religiosos, las familias de los ordenandos, los seminaristas de “La Misión” y muchos fieles que formaron parte de este importante acontecimiento.
Monseñor Héctor recordó en su homilía la necesidad de ser auténticos ministros del Evangelio. Sólo de esta manera, es decir, a partir del testimonio de la Buena Nueva, se puede llegar al mundo; siendo hombres sinceros que trabajen por la concordia, la justicia y la paz, y sirviendo al Señor, con alegría, en el hermano necesitado.
De igual manera recordó que ellos “deben llevar la Palabra de Dios en el corazón. Mal podrían decir que van a predicar la Palabra de Dios si no la conocen, mal podrían decir que van a hablar de Cristo el Señor, el Dios de García Herreros si no lo conocen, si no lo llevan en las entrañas, si no palpita en sus tuétanos. Deben servir, pero deben aprender a servir y deben saber lo que van a decir”.
Ser propiedad privada de Dios
De igual manera, Monseñor nos recordó que Melbin, ordenado diácono, “va a bautizar, va a presenciar matrimonios, va a llevar la Sagrada Comunión a los enfermos y el viático a los moribundos. Por eso, Melbin se compromete desde ya a ser propiedad privada de Dios, siendo un hombre célibe, entregado totalmente al amor de Dios. Por eso, hoy, Melbin promete ante Dios y ante los hombres servirle al Señor y ser propiedad de Cristo el Señor. Todos los días Melbin va a orar por los que crean y no crean, por los que están con él y están lejos, por los que lo quieren y no lo quieren, va a orar por todo el pueblo de Dios. El Señor lo ha escogido a él para que él ore por todo el pueblo de Dios”.
Llevar en el corazón las marcas de san Juan Eudes
Y refiriéndose al ingreso al presbiterado de Libardo Pantévez, aseguró que “ha sido llamado al presbiterio para formar la gran familia eudista, para llevar en su corazón las marcas de ese gran hombre, de ese santo: San Juan Eudes y le darán a él, el gran privilegio de celebrar la Eucaristía; todos los días Libardo celebrará la Eucaristía en unión de todos ustedes y con ustedes presentándole a Dios el pan y el vino consagrados, le dará gracias a Dios, le pedirá perdón al Señor y humildemente colocará en manos de Dios las súplicas y sus peticiones. Ese es el oficio. Libardo también nos perdonará en nombre del Señor. Lo que Libardo bendiga, quedará bendito”.
Al concluir la homilía nos invitó para que, desde lo más profundo del corazón, le pidamos al Señor que los haga santos, para que les dé fortaleza de cumplir la misión eudista, como lo hizo su fundador y lo hacen sus superiores.
Fuente principal: eudistasminutodedios.org...
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