Grandes bendiciones llueven en la Congregación de Jesús y María, el pasado sábado 19 de octubre se llevó a cabo la ordenación presbiteral de nuestro hermano Alejo Fernández, una celebración que engalanó desde antes de las 10 de la mañana (hora inicio).
La Parroquia San Antonio de Padua del Estado de Mérida, en el pueblo de Mucutuy se vistió de espíritu fraterno y comunión alrededor de nuestro hermano Alejo. La ordenación de Alejo Fernández estuvo llena de muchas alegrias, de distintas partes del país se hicieron frente para acompañarlo en este gran acontecimiento.
El ingreso al Orden Presbiteral estuvo precidida por Monseñor Alfonso Marqués Eudista, y comentaba en su homilia que se sentía en familia al ver tanta gente unida en un solo sentir: toda la Provincia Eudista de Venezuela junto con sus amigos, asociados, candidatos eudistas y sacerdotes se sienten muy felices al ver que se está cosechando día a día lo que tantos hombres de Dios han sembrado a lo largo de estos años. La primera Eucaristía se celebró en el pueblo natal de Alejo: La veguilla, un pueblo sencillo rodeado de montañas y una frescura inmensa que se lleno de colorido y de música al ver un hijo ser sacerdote.
En toda la CJM nos agraciamos por contar con más vocaciones que llevan a feliz término sus preparaciones presbiterales, motivo de alegría iniciar un camino de servicio para Jesús y María.
El ingreso al Orden Presbiteral estuvo precidida por Monseñor Alfonso Marqués Eudista, y comentaba en su homilia que se sentía en familia al ver tanta gente unida en un solo sentir: toda la Provincia Eudista de Venezuela junto con sus amigos, asociados, candidatos eudistas y sacerdotes se sienten muy felices al ver que se está cosechando día a día lo que tantos hombres de Dios han sembrado a lo largo de estos años. La primera Eucaristía se celebró en el pueblo natal de Alejo: La veguilla, un pueblo sencillo rodeado de montañas y una frescura inmensa que se lleno de colorido y de música al ver un hijo ser sacerdote.
En toda la CJM nos agraciamos por contar con más vocaciones que llevan a feliz término sus preparaciones presbiterales, motivo de alegría iniciar un camino de servicio para Jesús y María.
Conocí al Padre Alejo cuando él era seminarista en San Gabriel en La Tahona y siempre encontré en él a una persona afable y muy humano con ese gran talento y convicción de hacerse sacerdote. Creo que lo hará muy bien y Dios siempre le estará guiando para que así sea.
ResponderEliminarQuien escribió el anterior comentario es Wolfgang Vicent, Profesor de la UNEFA, Núcleo Vargas y trabajador de la Casa de Nuestra América José Martí en Caracas
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