En el marco del Jubileo de la Misericordia, el Santo Padre nos ha invitado a celebrar en el mes de marzo la celebración penitencial de las “ 24 horas para Jesús” desde la Casa de Formación "La Misión" en Venezuela hemos celebrado dicho encuentro en un profundo clima de oración bajo el lema “Misericordiosos como el Padre”.
Este encuentro con la Misericordia de Dios inició el pasado sábado 5 de Marzo a las 6 de la mañana hasta el Domingo 6 a la misma hora con la solemne exposición del Santísimo Sacramento en la Capilla de la Casa de formación en presencia de toda la comunidad de hermanos, sacerdotes y amigos de la congregación, a lo largo del día y de la noche nos acercamos para rendir adoración al Señor experimentando en este encuentro la profunda cercanía y misericordia que el Padre nos tiene.
A lo largo de esta Celebración Penitencial el Padre Martin Solano ofreció a los Hermanos de la Parroquia Nuestra Señora de la Encarnación (El Valle - Caracas) reflexiones cuaresmales entorno a la figura del Padre Misericordioso y del Buen Samaritano al finalizar esta jornada de retiro se celebró la Eucaristía y se administró el sacramento de la reconciliación para ofrecer a todos la posibilidad de hacer experiencia personal de la misericordia de Dios. Posteriormente, se continuó los turnos de Adoración ininterrumpida hasta el amanecer, finalizado este tiempo de Gracia se inició una jornada de Evangelización en la comunidad de la Esperanza en compañía de toda la Familia Eudista.
"La iniciativa “24 horas para el Señor”, a celebrarse durante el viernes y sábado que anteceden el IV domingo de Cuaresma invita a Muchas personas a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes quienes en una experiencia de Misericordia suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior". Papa Francisco.
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