A continuación les presentamos el motivo por el cual los Eudistas celebramos con gran alegría esta fiesta.
Es importante porque fue iniciada por san Juan Eudes.
Si bien esta fiesta se celebra dentro del calendario Eudista el 13 de noviembre, bajo el nombre de la fiesta del Divino Sacerdocio de Nuestro Señor Jesucristo, establecida por iniciativa de san Juan Eudes en 1649, publicada en 1652 y aprobada el mismo año por monseñor Auvry, obispo de Coutances, la Iglesia la celebra en fecha distinta pero con el mismo toque dado inicialmente por el santo fundador, quien le compuso una misa y un oficio propio.
En efecto, la doctrina del sacerdocio es fundamental en san Juan Eudes, pues él (el sacerdote) es un enviado de Jesús para actuar en su nombre y representa su persona (in persona Cristi); es predicador de la Palabra de Dios, testigo de las exigencias del Evangelio y pastor según el Corazón de Dios. Entre otras de sus ocupaciones, el sacerdote tiene como tarea el celo por la salvación de las almas creadas a imagen de Dios y rescatadas con la sangre preciosa de su Hijo.
San Juan Eudes compuso varios escritos y cartas relacionados con el sacerdocio. Entre los primeros hay que mencionar: El Predicador Apostólico y El Memorial de la Vida Eclesiástica. Y entre sus cartas figuran: A todos los santos pastores, sacerdotes y levitas que están en la Iglesia triunfante; A todos los pastores y a todos los sacerdotes que constituyen el estado eclesiástico y A los directores del Colegio de Lisieux, entre otras.
Fuente consultada:
Unidad de Espiritualidad Eudista. Fiesta del Divino Sacerdocio de Nuestro Señor Jesucristo, p.3.
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