1909 – 1992
“Amarás al Señor tu Dios y a tu hermano el hombre”
Hombre de Familia y de Escuela
Nació en Cúcuta el 17 de enero de 1909, siendo el tercero de siete hijos del General Julio César García Herreros y doña María Unda. Estudió la primaria en el Colegio de las Hermanas de la Presentación y en el Colegio Provincial, el bachillerato en el Seminario Menor de Pamplona. Cursó la filosofía y la teología en el Seminario eudista de Usaquén en Bogotá, posteriormente perfeccionó sus estudios en filosofía y sociología en Roma (Italia) y Friburgo (Suiza) entre 1950 y 1952.
Eudista: Formador y Evangelizador
Se incorporó a la Congregación de Jesús y María, padres eudistas, en 1932 y el 19 de agosto de 1934 fue ordenado sacerdote, en Bogotá, por el arzobispo Paolo Giobe, nuncio apostólico. Ejerció su ministerio presbiteral, primero en la formación de sacerdotes, en diversos seminarios, principalmente como profesor de Filosofía y de lenguas clásicas (latín y griego); y después, en la dirección y realización de obras sociales y evangelizadoras.
Escritor Místico
En su tarea evangelizadora y de promoción vocacional, desplegó gran actividad literaria con sus “Cuentos”, de los que publicó cerca de 250 a lo largo de su vida, y múltiples escritos: obras teatrales, vidas de santos, crónicas, oraciones, páginas espirituales, etc. Reflejó su experiencia mística y su vivencia interior en sus conversaciones, predicaciones, enseñanzas y escritos, recogidos en libros y folletos que han alcanzado varias ediciones, y presentados en la colección de sus Obras Completas.
Predicador Apostólico
Su primera inquietud fue amar y servir a Dios. Amaba profundamente la Palabra de Dios, que siempre leía y que impregnaba sus predicaciones.
Fue un predicador que llamó permanentemente a los colombianos a la conversión, a la entrega personal a Jesucristo por acción del Espíritu Santo, al compromiso cristiano, a vivir especialmente los sacramentos del bautismo y del matrimonio.
La Conferencia Episcopal de Colombia le otorgó, el 27 de agosto de 1981, la medalla “Inter Mirifica” por su infatigable labor frente del programa “El Minuto de Dios”, con todo lo que supone de labor social y evangelizadora.
Ícono de las Comunicaciones
La experiencia comunicativa y el interés por la restauración de los valores cristianos en el país, lo llevaron a
desarrollar el trabajo de El Minuto de Dios a través de los medios de comunicación social.
En 1987, con la bendición del Señor Cardenal Mario Revollo, salió al aire la Emisora Minuto de Dios (107.9 FM estéreo) en Bogotá, “una emisora para la gloria de Jesucristo”, con programación cultural y evangelizadora, que fue la semilla de la red de emisoras “Minuto de Dios”. De 1955 a 1958, fue el director de la revista Cathedra, para sacerdotes.
Promotor de la Sensibilidad Artística y Social
En 1955 inició la atención a los pobres, la erradicación de tugurios y la construcción de viviendas, en Bogotá. En 1956 comenzó el barrio Minuto de Dios, al que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) consideró como modelo de erradicación de la pobreza. Evangelizador y catequista, el siervo de Dios buscó que el barrio fuera una comunidad cristiana organizada, solidaria y progresista, erigida como parroquia San Juan Eudes en 1965, por decreto del Señor Cardenal Luís Concha.
Fue nombrado párroco, servicio que desempeñó hasta su muerte. Desde allí ejerció un liderazgo espiritual que se extendió por toda Colombia, impulsando la Renovación Carismática de la Iglesia Católica en el país. Propició la realización de retiros para sacerdotes, concilios de jóvenes, congresos de evangelización y conformación de grupos y comunidades de oración.
Su preocupación por las clases marginadas y menos favorecidas del país hizo que en 1963 entrara en la Motilonia e iniciara el trabajo de cristianización y civilización de los indígenas Bari. Éste y otros esfuerzos evolucionaron hasta lo que hoy conocemos como Organización Minuto de Dios.
Hombre Memorable
Falleció en la casa cural del Minuto de Dios, en Bogotá en la noche del 24 de noviembre de 1992, mientras en el Hotel Tequendama se celebraba el 32º Banquete del Millón.
Pobre y generoso, el padre S.D Rafael García-Herreros Unda, vivió siempre en sencillez y austeridad, como puede observarse en los artículos de su uso personal. Por sus manos pasó mucho dinero, del cual no reservó nada para sí. Vivió siempre la caridad, en el desprendimiento de las cosas materiales a favor de los otros y en su compromiso por ayudar a las personas y por transformar las estructuras sociales, aplicando la doctrina social de la Iglesia Católica.
El testimonio sacerdotal de su vida fue siempre intachable y su recuerdo perdura en el corazón de sus hermanos de su comunidad, de sus discípulos, de los habitantes del barrio, de las familias beneficiadas a través de los programas que realizó y también en el corazón de los colaboradores y de los benefactores de la obra que inició.
Sesión de apertura, causa
de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios
RAFAEL GARCÍA HERREROS UNDA
Bogotá, D.C. – Octubre 3 - 2014
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