P. RAFAEL GARCÍA-HERREROS UNDA
Sacerdote de la Congregación de Jesús y María
Fundador de “El Minuto de Dios”
Muy buenos días, en primer lugar le agradecemos a todos ustedes su presencia en
esta sesión de apertura de la causa de beatificación y canonización del Siervo de
Dios P. Rafael García-Herreros Unda, sacerdote de la CJM y fundador de “El Minuto
de Dios”.
Permítanme ustedes dirigirles unas breves palabras acerca del significado de lo
que aquí vamos a realizar.
La vocación cristiana es la santidad y a ella estamos llamados todos los discípulos
de Cristo (Mt. 5, 48), pero dentro de todos hay algunos que sobresalen por su
práctica de las virtudes en grado heroico, uniéndose más íntimamente a Cristo que
los cristianos del común, por eso la Iglesia a través de toda su historia ha querido
resaltar de manera especial a esos hombres y mujeres que no se conformaron en
la vida con ser cristianos del montón y los ha llamado SANTOS e inscribe sus
nombres en la plegaria universal de la iglesia. Por tanto, los santos son los
gigantes de la santidad.
El Siervo de Dios Rafael García-Herreros Unda fue uno de esos cristianos que no se
conformó con ser cristiano del montón y vivir mediocremente su seguimiento a
Cristo, sino que sobresalió viviendo extraordinariamente las virtudes teologales
(fe, esperanza y caridad) y las cardinales (prudencia, fortaleza, justicia y
templanza), así como asumió, en su condición de sacerdote, los consejos
evangélicos (castidad, pobreza y obediencia) por el Reino de Dios, esto ha
quedado demostrado en la vida que llevo y en la obra de “El Minuto de Dios” que
dejó y que han continuado sus hermanos eudistas. Ese legado ha quedado
plasmado en cada empresa de la OMD y la filosofía y espíritu que mueve la obra es
la filosofía y el espíritu que movió al Siervo de Dios.
Es innegable que el Siervo de Dios Rafael García-Herreros Unda murió en olor de
santidad y esa convicción nos mueve a presentarlo ante la Santa Sede como
ejemplo de SANTO. Ante la Iglesia un difunto cristiano es tanto más canonizable
cuanto más atractivo y estimulante sea el mensaje que puede ofrecer al mundo
moderno y mayor su fama de santidad, de tal forma que los fieles se sientan
incitados a seguir sus ejemplos, por eso la necesidad de hacer visible y difundida
esa fama de santidad que acompañó a nuestro Siervo de Dios mediante un
proceso de beatificación y canonización. Este proceso, que es un verdadero
proceso judicial, ya lo inició la CJM en el año 2013 cuando a través de la
Postuladora, Dra. Silvia Mónica Correale, se le pidió a su excelencia Héctor
Gutiérrez Pabón, Obispo de la Diócesis de Engativá y con competencia en esta
causa, para que elevara una consulta a la Conferencia Episcopal de Colombia, y
teniendo su voto positivo, se presentó la petición a la Congregación para la Causa
de los Santo, en la Santa Sede, allá se realizó la correspondiente investigación de
la conveniencia o no de esta causa, donde se indagó en las diferentes
Congregaciones vaticanas si había algo en contra del Padre Rafael García-Herreros
Unda, al no encontrarse ninguna queja, entonces la Congregación para la Causa
de los Santos dio su Nihil Obstat , nada se opone, o en términos coloquiales “no se
encontraron antecedentes penales y la causa puede iniciarse”.
La Causa de beatificación y canonización tiene 2 fases: la fase diocesana y la fase
romana. La fase
diocesana, como su nombre lo indica, es la que se instruye en la
Diócesis donde vivió y murió el padre RGH, y la fase romana es la que se continúa
en la Santa Sede y de cual hablaremos cuando llegue el momento.
La fase diocesana se inicia una vez se ha informado a la Congregación para La
Causa de los Santos y ésta realiza la correspondiente investigación, a partir de este
momento al padre se le llama Siervo de Dios P. RGH. Esta nominación jurídica no
otorga derecho de culto público (ubicar la tumba del SD debajo del altar donde se
celebra la Eucaristía, dedicar iglesias o capillas o poner en las misma imágenes o
cuadros del SD, representarlo con aureolas propias de los beatos o con coronas
propias de los santos, poner exvotos en la tumba o símbolos que puedan inducir a
errores a los fieles, conservar sus reliquias entre las reliquias de los beatos y
santos, invocarlo en la plegaria eucarística en el lugar de los beatos o santos), pero
sí se puede invocar en la plegaria por los difuntos, se permite repartir fotografías o
estampas con oraciones debidamente autorizadas por la autoridad eclesiástica para
pedir en privado la beatificación del SD o alguna gracia especial por su intercesión.
El señor Obispo nombra una Comisión de historiadores cuya función es reconstruir
el contexto histórico en el que vivió el Siervo de Dios, nombre también un equipo
de peritos teólogos cuya función es someter a censura teológica los escritos del
Siervo de Dios (que en total son 27 volúmenes de sus obras publicadas), desde el
año pasado ya viene trabajando la Comisión histórica y desde hace unos meses los
peritos están estudiando los escritos. Surtidos estos momentos procesales, ahora
corresponde abrir el juicio a las pruebas testimoniales, la cual se inicia con esta
sesión de apertura, en la que se confirman los nombramientos de los miembros del
tribunal que recibirán las declaraciones de los testigos propuestos, se les toma el
juramento de cumplir fielmente su oficio, se acepta la lista de testigos presentada
por el vicepostulador y se señala el lugar y la fecha para iniciar el examen de
testigos.
Lea agradecemos a todos uds. nos acompañen con la oración, a fin de que esta
etapa se surta conforme a lo que piden las normas de la Iglesia y podamos, a
través de las pruebas recogidas, llegar a la certeza moral de que nuestro Siervo de
Dios vivió de manera heroica las virtudes teologales y cardinales, como los
consejos evangélicos, y así el Santo Padre lo proclame venerable, beato y santo
para la Iglesia.
P. IVÁN DÍAZ GÓMEZ, cjm
Vicepostulador.
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