“Evangelizar no es la tarea principal de la Iglesia, sino la ‘única’ y resume su esencia y vocación en este mundo”.
Palabras escritas en el año 1975 por el santo papa Pablo VI en la encíclica Evangelii Nuntiandi (El Anuncio del Evangelio) en la que se trata el tema de la evangelización en el mundo entero. Se reafirma la importancia de evangelizar como una tarea de todos: de los presbíteros, diáconos, religiosos y laicos en sus diferentes posiciones y de difundir el evangelio por todas partes con gusto, alegría y responsabilidad.
Se explica que la evangelización es posible mediante el poder del Espíritu Santo y tiene como objetivo la unidad en la fe. La verdad inspirada y el amor mueven a todos los miembros de la Iglesia a hacerse participes de esta evangelización.
Sin embargo, la evangelización integral no se reduce a la comunicación de un mensaje sino a la instauración del Reino de los cielos en este mundo, lo cual incluye necesariamente hacer presente a Cristo Jesús en todos los ámbitos de la vida humana.
Cuarenta y cinco años después, el papa Francisco por medio de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio), se dirige también a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría e indicar los caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.
El Papa señala la alegría que trae al creyente la evangelización y cómo el Evangelio es una eterna novedad, invitando a confiar en la primacía de la gracia de Dios y no en las propias fuerzas y a ser evangelizadores “memoriosos”.
En la primera reunión del presbiterio de la arquidiócesis de Bogotá en este año, con una asistencia de más de 400 sacerdotes, el llamado fue a salir al encuentro de los demás, a vivir la misericordia, a unir fuerzas y tareas conjuntas para lograr así cumplir la principal misión de la Iglesia: evangelizar.
Ser luz del mundo y sal de la tierra
El señor cardenal Rubén Salazar Gómez, enfatizó en la importancia de dar un giro, como una primera etapa. Un cambio de paradigma o cambio de mentalidad, para tomar el rumbo que pide el papa Francisco, “salir de nosotros mismos, salir al encuentro del mundo, de las periferias, al encuentro de los más necesitados”. Hacer actos evangelizadores y aprender e ir logrando a través de la acción misma, una nueva modalidad de evangelización. Aceptar también, el regalo del Señor para esta misión: el jubileo de la Misericordia.
Así mismo, el llamado se hizo a todo el presbiterio a pasar a una segunda etapa; a caminar juntos y unir fuerzas en esta gran tarea de evangelizar. “¡La Iglesia es el cuerpo de Cristo, el pueblo de Dios! No debemos tomar decisiones solos, el llamado es integrarnos en el corazón de la iglesia y aprender a trabajar juntos para poder llegar a la meta unidos en un solo propósito, evangelizar”, recalcó el Cardenal.
Los invitamos a ver a continuación la intervención completa del señor cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, primado de Colombia y presidente del CELAM.
Por otra parte, durante esta reunión del presbiterio, se analizó el proceso de la evangelización por parte del coordinador del equipo arquidiocesano para la iniciación cristiana, padre Manuel Jiménez. En primer lugar, se refirió a la acción misionera, argumento de la palabra: “Aquí está el testimonio, el servicio y la presencia de la Iglesia. Es allí donde se despierta el interés en el Evangelio o una conversión base, el primer anuncio”. La segunda acción, es la catecúmena, la conversión a Cristo, se trata de hacer de la manera más fácil crecer la Fe. Y la tercera fase, que se encuentra en la acción pastoral; donde se hace un llamado a la renovación de la catequesis, donde se estructura y se fundamenta”: argumentó el padre Jiménez.
Los invitamos a ver la intervención completa del padre Manuel Jiménez, coordinador del equipo arquidiocesano para la iniciación cristiana:
La paz a través de la evangelización
Para finalizar este primer encuentro del presbiterio de la arquidiócesis de Bogotá, se hizo una reflexión en torno al conflicto armado que vive el país, la participación de todos en el proceso de paz y como a través de nuestras acciones podemos ayudar a que esta reconciliación llegue pronto. “Trabajemos por la paz y la reconciliación de Colombia. Y, como eje de esta evangelización, luchemos para que este país se reconcilie”, enfatizó en su intervención, Francisco de Roux, sacerdote jesuita.
A continuación lo invitamos a ver la reflexión completa del padre Francisco de Roux, sacerdote jesuita.
¡Una evangelización en el amor y centrada en la misericordia! La evangelización es la pasión de Jesús, es la pasión humana de cada uno de nosotros. Fue el mensaje final de este encuentro en la capital del país.
A continuación lo invitamos a escuchar la intervención completa de Monseñor Pedro Salamanca, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá y vicario general de evangelización:
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