Señor Jesús, te reconocemos como el Fundador, el Padre y el Superior de nuestra Congregación. Adoramos tus designios de amor y de misericordia sobre nosotros y te damos gracias por todos los regalos que a diario nos ofreces. Tú nos das la vida y nos has entregado una misión en el seno de la Iglesia al servicio del Evangelio.
Te pedimos perdón por nuestras infidelidades y por no haber respondido con generosidad y entrega a la vocación que nos has dado.
Te rogamos que vengas a nosotros con toda la fuerza y el poder de tu Espíritu para que, en la próxima Asamblea General, podamos tener un corazón dócil a su acción y dejemos que Él forme en nosotros tu rostro, a fin de que Tú vivas y reines en cada uno y en todas nuestras comunidades.
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, te veneramos igualmente como a la Fundadora, la Madre y la Superiora de nuestra Comunidad y nos unimos a la oración de san Juan Eudes para pedirte que supliques a tu Hijo por todos nosotros. Ruégale que destruya en la Congregación cuanto le disgusta y que establezca en ella el reino de su santo amor y de su adorable voluntad. Que la proteja, la sostenga y la defienda de toda adversidad. Que atraiga a ella numerosos obreros del Evangelio, que se entreguen a formar muchos sacerdotes santos y pastores generosos, lo mismo que creyentes fieles que sean discípulos misioneros en medio del mundo.
Que con Jesús y María no seamos sino un solo corazón y un solo amor y que san Juan Eudes nos acompañe con su intercesión. Amén.
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