S.Juan Eudes “El Admirable Corazón de Jesús”. O.C. 8. Pag. 344-
Cuando escucho la palabra Corazón seguramente me vienen múltiples ideas y recuerdos.
Me pregunto: ¿Cómo está mi corazón? ¿Late al compás de los demás, o en solitario? Tomo conciencia de mis afectos, sentimientos y pasiones y le pido a Dios tener un corazón que sepa amar como el suyo.
Dios nos habla: “Les daré un corazón nuevo y les infundiré mi Espíritu” (Ez.36, 26) y
“Yo los amo, como el Padre me ama, permanezcan en mi amor”.
( Jn 15,9)
Nos dice San Juan Eudes: “El Corazón de Jesús se nos ha dado para que sea nuestro propio corazón” (OC 6,261)
Contemplo el misterio insondable del amor de Cristo y recibo su corazón en mi corazón. Ante el maravilloso amor de Dios, me pongo ante Él aceptando mi pequeñez y mis afectos desordenados y me dispongo a dejarme amar en el gran abrazo de su perdón.
“Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, sí no tengo caridad, nada soy”. (1 ª Corintios 13, 3)
20 de octubre, fiesta del Divino Corazón de la Familia Eudista.
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