El 02 de Diciembre, en el frontis del Centro de Espiritualidad de la Provincia, en la ciudad de San Felipe, se inauguraron los murales que conmemoran la llegada de las Hermanas del Buen Pastor a esta ciudad y también a Latinoamérica.
Se han cumplido 160 años desde la fundación del Buen Pastor en San Felipe. El Buen Pastor, en el relato bíblico, cuida su rebaño y va tras la oveja que se le ha perdido; defiende a sus ovejas de los lobos, la lleva a buenos pastos y fuentes de agua. No hicieron otra cosa las hermanas del Buen Pastor, quienes buscaban a las personas más frágiles y víctimas de todo tipo de abusos, niñas, jóvenes y mujeres privadas de libertad. Se les enseñó a amarse a sí mismas, y a encontrarse con Dios. Se continuó con la Escuela que tenía el Beaterio donde se instruían en la educación formal, y además aprendían a trabajar en las múltiples faenas del convento, que más tarde les servirían para enfrentar el futuro.
Para el diseño del mural se llamó a concurso de dibujo a niños, niñas y jóvenes de los Colegios del
Buen Pastor en Ovalle, Santiago y Concepción, desde primeros básicos a cuartos medios. Los temas fueron: Las Parábolas de la Misericordia (El Hijo Pródigo, la Mujer adúltera, El Buen Samaritano), dos salmos de la misericordia (s.23 y 102); el viaje de las Hermanas desde Francia, su llegada a San Felipe y la fundación de la Congregación. Un jurado ad hoc hizo la selección de los dibujos de acuerdo a los requisitos planteados.
Ella recreó los diseños de los niños, y los ejecutó empleando arcilla italiana roja y blanca para modelado manual. Cada placa fue realizada a mano y esculpida con herramientas manuales y en su decoración y uso de color, se utilizaron engobes y esmaltes para baja temperatura. El mural a la izquierda de la entrada de la casa, muestra el viaje, la llegada, instalación de las viajeras y su misión, en forma de mini historia. El mural de la derecha muestras distintas escenas, está diseñado en un sistema de viñeta con escenas independientes pero con una temática en común y es las Parábolas del Buen Pastor.
El trabajo artesanal de la obra y su estilo naïf, le dan un toque de frescura que engarza con las raíces de nuestra tierra. En cada mosaico podemos sentir la arcilla, la tierra, el fuego, los colores, y los olores de la naturaleza con un lenguaje que llega directo al corazón, a los sentimientos, al cuerpo.
Sentimos emoción y admiración, ya que aquí está retratada una Historia en movimiento, la
realización de una obra en pro de la dignidad de la mujer.
Sentimos gozo por la realización de los murales, y agradecemos muy sentidamente a la Municipalidad de San Felipe y a la Congregación del Buen Pastor que hicieron posible su financiamiento, con generosos aportes; damos gracias a Mónica Cortés, por su lindo trabajo artístico y a sus colaboradoras Hna. Leticia Cortés, Ester Oróstica, Sandra Astudillo y Cecilia Escalona, también a los instaladores de los mosaicos, don Sergio Ferreira y el maestro Antonio.
Cuando pasen por la calle Santa M. Eufrasia y observen los murales, sepan que el Buen Pastor late en el Corazón de San Felipe.
Congregación del Buen Pastor
Provincia Bolivia/Chile
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